Ley Habsburgo

April 1919 betreffend die Landesverweisung und die Übernahme des Vermögens des Hauses Habsburg-Lothringen), más conocida como la Ley de los Habsburgo[1]​ o Ley Habsburgo[2]​ (Habsburgergesetz), fue una ley austríaca aprobada el 3 de abril de 1919, unos meses tras la disolución del Imperio austrohúngaro, que destronó a los Habsburgo-Lorena como autoridad institucional y herederos a la jefatura del Estado austríaco, los expulsó del país y confiscó mediante una expropiación generalizada sus bienes dentro de las fronteras del país.

[3]​ Las autoridades de la época definían la ley como una «obviedad» y «acorde a los tiempos».

En el marco de esta última ley, se negó a los Habsburgo cualquier título que por derecho histórico o nobiliario les pertenecía (un derecho que la Asamblea Nacional Constituyente consideraba inconstitucional).

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, la ley ya no volvió a derogarse, siendo recuperadas las disposiciones republicanas originales.

Fue una condición fundamental para poder postular y ser admitida en 1995 como Estado miembro de la Unión Europea.

[16]​ Unos meses después emitió un comunicado, a pesar de sus convicciones republicanas,[17]​ en el que reclamaba un referéndum para decidir la forma de gobierno del país, entre una república y una monarquía parlamentaria[18]​ (pero en todo caso en un modelo democrático).

El día siguiente, la recién constituida Asamblea Nacional Constituyente proclamó la república en todos los territorios de habla alemana del disuelto imperio.

[7]​ Con la ley en vigor, Carlos ya nunca volvería a tierras austríacas, pues moriría en 1922 por una neumonía.

Siendo la Austria Alemana una república, todos los juramentos prestados al último emperador fueron declarados nulos.

Esta anomalía en la aplicación de una ley constitucional resistiría casi nueve décadas, pues solo en 2008 la Ley Habsburgo se declaró por el Tribunal Constitucional de Austria como válida para todas las regiones del país, sin excepción.

[27]​ El comité falló en tres pronunciamientos ese año que carecía de jurisdicción sobre este asunto, tanto constitucionalmente como por derecho internacional.

La decisión del tribunal austríaco sentó una jurisprudencia, pues significaba que los nacidos después de la fecha indicada no estaban obligados a firmar una renuncia expresa para poder entrar o residir en el país (sí debían de seguir las normas y disposiciones relacionadas).

Ese año, los dos presentaron exenciones ante las autoridades austríacas, quienes resolvieron permitir su entrada y residencia en el país.

La Ley Habsburgo, que sigue formando parte de la legislación austríaca, tiene por tanto valor más bien simbólico.