En los años 1930 los vuelos transatlánticos entre Europa y América se hacían en hidroaviones por motivos de seguridad.
Después de atravesar el océano Atlántico los pasajeros hacían transbordo en aviones con base terrestre que les llevaban a su destino final.
Debido a esta razón fueron proyectados dos aeropuertos internacionales en Lisboa: uno marítimo, para hidroaviones y otro terrestre para aviones convencionales.
El sistema de vuelos transatlánticos funcionaba con los hidroaviones que venían desde América, amerizando en el río Tajo y desembarcando a sus pasajeros en el Cabo Ruivo.
Ahora, la terminal 2 es orientada a compañías low-cost (easyJet, Ryanair, Transavia y Norwegian).