Exposición del Mundo Portugués

También había un pabellón de Brasil, único país extranjero invitado.Centrada sobre el enorme cuadrilátero que era la Praça do Império, ésta estaba comprendida lateralmente por dos grandes pabellones, longitudinales y perpendiculares al Monasterio: el Pabellón de Honor y de Lisboa (de Luís Cristino da Silva), y en el otro lado, el Pabellón de los portugueses en el mundo (obra del mismo arquitecto).Constituido por diversas figuras históricas, el Infante D. Henrique se mostraba en su proa, como timonero de todo el proyecto expansionista portugués.De hecho, el modelo original, construido en yeso sobre un esqueleto de madera, fue desmantelado, pero como la figura caló tanto en la sociedad portuguesa, el monumento fue reconstruido en 1965, esta vez en piedra, y hoy permanece en las orillas del Tajo.Un hecho curioso es que aunque denominada «barco», esta embarcación en realidad era la réplica de un galeón de la India del siglo XVII.Con grandes esfuerzos para poder volverlo a su posición, acabó siendo manejada por marineros británicos bajo la capitanía del comandante Spencer.
Bandera de la Exposición.
Logotipo oficial de la Exposición.