Su padre, que fue gran amigo y edecán del libertador Bernardo O'Higgins, lo hizo ingresar al Ejército con el grado de cadete cuando apenas tenía 9 años.
La marcha la realizó junto a sus edecanes e incluso con el padre de Justo Arteaga.
O'Higgins se enfureció e hizo saber al coronel Pereira su inmediata presentación ante él.
El entonces capitán Arteaga participó en la expedición contra este grupo, apoyando al gobierno de Francisco Antonio Pinto.
La oficialidad y la tropa en tanto, desautorizó a su jefe y prosiguió la lucha hasta el 31 de diciembre de 1851, cuando se retiraron a Copiapó, donde había estallado la revolución al mando del comerciante Bernardino Barahona.
Entre ellos venía un sacerdote chileno que intercedió entre los bandos logrando deponer las armas.
En 1866 mandó la I División de tropas que defendieron Valparaíso en la Guerra contra España.
Su nombramiento a sus 74 años es inusual y Arteaga es considerado por W. Sater como "senescente".
[4] Gonzalo Bulnes sostiene que su nombramiento no fue acertado: Pero no solo su edad sino también su apego a la política diaria y a la defensa y apoyo de su familia: Más ácida es la crítica que hace el historiador estadounidense William F. Sater:[4]: 170 Tuvo una destacada carrera militar participando en grandes batallas y fue nombrado comandante en jefe en Campaña en medio de la Guerra del Pacífico.