Este último significado es expresamente rechazado por Novak, quien advierte contra tales especulaciones y cita las razones dadas por Enrique Chirinos Soto: la flota no incluía tropas suficientes para tal efecto, como fuerza naval era considerable, pero por sí sola incapaz de retener tierras continentales y por último la ratificación de la independencia dada en las instrucciones.Desde "estaciones navales" que mantenían frente a los principales puertos de América del Sur, las potencias utilizaban su incontrarrestable poderío para imponer sus intereses.Así, la intervención francesa en México había sido justificada en parte como un apoyo contra la dominación estadounidense[7] con una monarquía latina y católica para contrarrestar la creciente influencia de los Estados Unidos.Frente a la hegemonía de los Estados Unidos surgió Francia como aliado, pero solo para ocupar México militarmente.[12]: 16- Esta última exigencia envolvía una potencial contradicción pues, si bien las instrucciones explícitamente pedían paz y cordura, entregaban las decisiones a los representantes diplomáticos, lo que tendría funestas consecuencias.A principios de mayo se encontraban las cuatro naves en Valparaíso, donde fueron recibidas con cordialidad por las autoridades y el pueblo.[6]: 120 Estas islas entregaban parte importante en los ingresos del guano, que sumaban el 80 % de las recaudaciones fiscales entre 1860 y 1875.[4]: 228–229 [notas 1] Los delegados del Congreso americano reunido en Lima exigieron en noviembre la desocupación de las islas, pero no tuvieron éxito e, incluso, el almirante Pinzón advirtió que la disputa era entre España y Perú.Posteriormente, el Congreso dejó de postular soluciones al conflicto en curso y se dedicó a elaborar tratados interamericanos.[cita requerida] Argentina y Uruguay se declararon neutrales en el conflicto, aunque en los hechos favorecieron a España.Mientras tanto, los agentes del gobierno peruano que el año anterior fueron enviados a Europa habían adquirido buques y otros enseres de guerra.El mariscal Ramón Castilla, presidente del Senado, protestó de manera airada y directa, en una áspera discusión con Pezet, que se había presentado en la Cámara para explicar la situación.Siguiendo las instrucciones recibidas desde España, reiteró las acusaciones de Tavira y presionó al gobierno chileno para que levantara las restricciones impuestas a su escuadra.Perú vendió a Chile el Lerzundi como casco inútil, que fue remolcado hasta Abtao donde reventó su caldera.Simultáneamente, los españoles se apoderaron de todas las naves mercantes chilenas que pudieron haber, entre ellas el Matías Cousiño.Con estas medidas el tráfico marítimo volvía a funcionar sin problemas al cabo de unas semanas, y hacía casi imposible un bloqueo efectivo.El combate se prolongó desde la mañana hasta las 6 de la tarde, cuando la misma fragata Berenguela abrió fuego a las posiciones chilenas aunque sin provocar grandes daños.El 13 de enero de 1866 pegaban fuego a los mercantes chilenos que tenían reunidos en ese lugar[29]: 307 y se retiraron a Valparaíso para concentrar el bloqueo en ese puerto y empezar las operaciones para recuperar la goleta Covadonga e intentar destruir la escuadra aliada.[38] Manteniéndose a poca máquina, los buques europeos esperaron toda la noche algún movimiento de la escuadra aliada, realizando algún disparo, pero sin obtener respuesta.Por su parte, la flota aliada levó anclas y marchó hacia un apostadero más seguro a la vuelta de Williams Rebolledo.Las naves dejaron de verse la una a la otra, por lo que fue necesario cada cierto tiempo disparar los cañones, encender bengalas o tocar las cornetas.Al despertar en la mañana a las 4:45 del 2 de marzo, las tripulaciones se agruparon en las anchas cubiertas para pasar revista.Las fuerzas chilenas al observar esto abrieron inmediatamente fuego de fusilería lo que sorprendió completamente a la marinería española.La acción fue muy criticada por tratarse de un puerto indefenso (todos los cañones habían sido retirados por el gobierno chileno para así demostrarlo).Del lado peruano no se sabe con exactitud el número de muertos y heridos, por lo que las cifras varían según las fuentes desde las 200 hasta las 2000 bajas.Durante el viaje tuvieron una serie de complicaciones debido a malos climas, accidentes, deserciones y motines producto del descontento.[43] Al estar reunidas todas las fuerzas navales chileno-peruanas con un poder considerable para hacerle frente a los españoles, se pensó en reiniciar la lucha contra ellos.Perú se opuso a este convenio e intentó impedir la salida de los barcos, pues entendía que violaba la todavía vigente alianza con Chile.[28] También se profundizó y prolongó la crítica de la élite chilena al panamericanismo que alcanzó también a los sectores populares.Sobre las intenciones que motivaron al gobierno de O'Donnell a moverse en tan lejanas aguas, existen en la historiografía española dos vertientes.
Oh, no tema mi general, si es un espantajo!
. Caricatura de la época publicada por una revista "El Charivari" (por el uso del castellano, probablemente no la francesa
Le Charivari
). El general puede ser Pezet y la figura en la sombra, Isabel II.
Cronografía de los principales eventos de la guerra. (ECP: Expedición Científica del Pacífico)
Marinería española en las islas Chinchas, en 1864.
Comentario de la revista
Gil Blas
del 21 de febrero de 1865 sobre la pérdida de la fragata
Triunfo
: «[...]
el incendio de esa fragata es el único recuerdo que nos dejará nuestra política en América
».
La extensión de las costas chilenas impedía concentrar la flota española. La distancia entre cada paralelo es de 111 km o 60 millas náuticas.
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27
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Ruta de las naves españolas hasta Abtao. El mapa solo muestra la costa de tierra firme, sin los bajos, rocas escasamente sumergidas, variaciones debido a las mareas ni las corrientes producidas. Las naves peninsulares eligieron el derrotero del sur debido a la falta de cartas de navegación para el canal de Chacao.
Caricatura aparecida en
El Museo Universal
del 2 de diciembre de 1866 que se burla de chilenos y peruanos, a quienes muestra asustados y descalzos durante el combate de Abtao.
Baterías del Callao el 2 de mayo de 1866.
Bombardeo de Valparaíso por la flota española el 31 de marzo de 1866.
Batería peruana en el puerto del Callao, el 2 de mayo de 1866.