Al igual que su abuelo, su padre era propietario de una farmacia y militante de la rama integrista del Tradicionalismo español; como presidente del Centro Católico Montañés (vinculado a Acción Católica), José Zamanillo Monreal había dirigido en Santander La Propaganda Católica, que editaba el periódico antiliberal El Diario Montañés.No obstante, ejerció poco de abogado debido a su intensa actividad política.Siendo joven, José Luis Zamanillo ya era redactor de periódicos locales y militaba en la Juventud Integrista.En su nuevo cargo, pasó la mayor parte del año 1935 organizando la milicia tradicionalista, apenas modernizada desde su formación dos décadas antes por Joaquín Lloréns.Su primera tarea fue la formación del Frente Nacional de Boinas Rojas, cuyo objetivo técnico consistía en desvincular las células del Requeté de los círculos carlistas locales y crear una estructura separada a nivel nacional.Este posicionamiento les acercó a Falange Española de las JONS —llegando a desarrollar cierta amistad Zamanillo y el dirigente local falangista Manuel Hedilla, que acordarían un trato mutuo favorable para ambos partidos— al tiempo que les distanciaba de otras formaciones derechistas.A finales de 1935 Zamanillo entabló negociaciones con sus aliados potenciales para un levantamiento contra la República: la Falange y la Unión Militar Española.Su posición intransigente motivó que Mola prefiriese negociar el alzamiento con los dirigentes carlistas navarros, que desautorizaron a Fal Conde y Zamanillo y convencieron al representante de Don Alfonso Carlos, Don Javier, de que autorizase un compromiso incondicional con el Ejército por parte de la Comunión Tradicionalista en la insurrección que debía derrocar a la República.Al estallar la guerra civil, Zamanillo se encontraba con Fal Conde en el sur de Francia.Inicialmente, en la reunión de Portugal, los tradicionalistas rodeznistas (favorables a la unificación) estaban en minoría.No obstante, una vez en España lograron imponerse tras una serie de tensas reuniones.Los opositores, que recibieron el apodo de Tercio José Luis Zamanillo, acabaron siendo perseguidos.Después de la victoria del Ejército nacional en 1939, Zamanillo permaneció leal al regente Don Javier y a su Jefe Delegado, Fal Conde, rehusando participar en cualquier estructura oficial del llamado "Movimiento Nacional".Zamanillo, anteriormente la mano derecha de Fal Conde, se vio en una situación incómoda.La nueva estrategia fue recibida entre los carlistas con sentimientos encontrados, por lo que para tranquilizar a los más intransigentes se encomendó a Zamanillo la labor de reconocer que el nuevo liderazgo de la Comunión seguía conservando su identidad carlista.Su aliado clave contra la oposición interna resultó ser el hijo de Don Javier, Carlos Hugo, que fue presentado a las masas carlistas en 1957.El nuevo equipo compuesto de dirigentes nuevos y veteranos planeó la estrategia colaboracionista, que incluía aceptar puestos en el Movimiento Nacional y nombramientos de procurador en las Cortes franquistas.Zamanillo dimitió entonces primero de todos sus cargos en la Comunión (1962) y en el Requeté (1963).Al debatirse la ley en mayo, diversos procuradores presentaron enmiendas de carácter restrictivo.Para mostrar el apoyo popular al régimen se creó la Fundación Nacional Francisco Franco, de la que Zamanillo sería cofundador en 1977.Zamanillo se presentó por su Santander natal, pero no logró obtener acta de senador.