En el decreto también se establecía un Secretariado Político que, con la misión de encauzar la marcha de la nueva organización, estaría integrado por los elementos falangistas y tradicionalistas más distinguidos, bajo la presidencia del dictador Franco.
[9] En noviembre de 1937 el Generalísimo Franco designó a los cincuenta miembros del Consejo Nacional.
Como ya sucedía con el resto de órganos del partido (la Junta Política estaba formada por seis falangistas y cuatro carlistas; al frente de las Juntas Provinciales solo había ocho carlistas) la mayoría de los nombrados por Franco eran falangistas (veintiséis), mientras que los carlistas eran solo once y los monárquicos seis (seis militares completaban la cincuentena).
[13] El Consejo estaba formado por 50 miembros y agrupaba diversas tendencias políticas, con una mayoría de falangistas viejos (Pilar Primo de Rivera, Mercedes Sanz, Fernández-Cuesta, Agustín Aznar, Ridruejo, Girón, Sancho Dávila, Jesús Suevos) y neofalangistas (Gamero del Castillo), que reunidos superaban el cincuenta por ciento (sumaban veintiséis).
Con ellos, tradicionalistas (Tomás Domínguez Arévalo o Fal Conde, que no asistió),[12] monárquicos (José María Pemán, Eugenio Montes Domínguez, Yanguas, Valdecasas, Vegas, Pedro Sainz Rodríguez) y militares (Gonzalo Queipo de Llano, Jordana, Juan Yagüe, Juan Luis Beigbeder, José Monasterio Ituarte).