Incursión en Cherchell

Desde la flota se envió a Caramán con 25 naves para reaprovisionarse en el vecino puerto de Cherchell.

Desherró a los galeotes cristianos, alrededor de 800 en total, y los encerró con idea de usarlos para negociar, mientras que a los barcos los hizo barrenar para impedir su captura.

Los turcos se hicieron fuertes en la alcazaba de Cherchell y enviaron a pedir socorro.

Los itálicos se hicieron con el pueblo sin violencia, asaltaron las mazmorras y liberaron a los prisioneros, que embarcaron rápidamente en las galeras imperiales, no viendo la hora de volver a sus patrias.

[13]​ Por su parte, furioso por las pérdidas y por tener que abandonar la empresa de Cádiz, Barbarroja envió a corsarios a saquear la costa de Génova, pero no logró capturar más que dos naos.