[5] Fitz-James Stuart hizo una aproximación para inspeccionarlos a las 5 de la tarde, y el Danzik respondió enarbolando la bandera argelina y abriendo fuego contra su barco insignia, el Dragón, pero tratando a la vez de evitar el combate virando hacia el suroeste.
[5] El Danzik fue perseguido durante un día, zafándose con éxito el arráez argelino gracias al barlovento, que impedía a los barcos españoles abrir las puertas de sus cañoneras.
[5] Sin embargo, sufrió daños en sus aparejos y velas, al igual que el Dragón.
[1] Por un momento Chirif arrió su pabellón, pero obligado por su marinería tuvo que volver a izarlo, de manera que ambos bandos reanudaron la refriega hasta el atardecer, cuando desistieron de seguir peleando con la mar agitada.
Las bajas en el lado español ascendieron a solo 3 muertos y 25 heridos, unos números insignificantes en comparación a los 194 muertos y cerca de 90 heridos en la nave argelina que, gravemente deteriorada, fue rendida y tuvo que ser incendiada después de que fuesen trasladados a bordo del Dragón sus 320 tripulantes ahora prisioneros, entre los que estaban Chirif, los heridos durante la batalla y 50 cautivos cristianos rescatados, en su mayoría neerlandeses.