La descripción gramatical más antigua del quichua norteño fue escrita en el siglo XVII por el sacerdote jesuita Hernando de Alcocer[4].
Más tarde, las organizaciones indígenas iniciaron escuelas autogestionadas para brindar educación en quichua en las décadas de 1970 y 1980.
Posteriormente, el diccionario Kichwa yachakukkunapa shimiyuk kamu fue publicado en 2009 por el lingüista Fabián Potosí, junto con otros académicos patrocinados por el Ministerio de Educación de Ecuador, siendo el diccionario más grande y más completo del idioma quichua[5].
Además, tanto en Ecuador como en Colombia, el quechua norteño ha perdido los sufijos posesivos y bidireccionales (sufijos verbales que indican tanto el sujeto como el objeto), así como la distinción entre la primera persona plural exclusiva e inclusiva: Por otro lado, se han conservado otras particularidades del quechua.
El quechua norteño posee seis pronombres, siendo estos: Adicionalmente, el quechua norteño posee «kikin» como equivalente al castellano «usted», se utiliza en momentos formales o cuando se dirige a una persona con quien no hay confianza.
La raíz se obtiene eliminando el sufijo «-na» y colocando el que el hablante desee: Así, la raíz del verbo arina (‘inaugurar’) es ari-, a la que se puede añadir diferentes sufijos para lograr el significado deseado.
Este sufijo refleja una acción reflexiva, esto es que la acción tiene como objeto al mismo sujeto que la realiza: Este sufijo muestra una acción progresiva, este equivale al español «estar... -ando/-endo»: Este sufijo muestra cortesía de parte del hablante y suele utilizarse con personas con las que no hay la suficiente confianza: Respecto al quechua sureño (lengua quechua hablada desde el sur del Perú hasta Santiago del Estero), con la cual integran el subgrupo chinchay de las lenguas quechuas periféricas, existen importantes diferencias extensibles incluso a otras variedades del quechua: En los dialectos sureños, la existencia de las consonantes postvelares influye en la pronunciación, haciendo que ciertas vocales tengan un sonido más cercano a la «o» y a la «e» en presencia de estas.
La posesión o afiliación ya son exclusivamente expresadas mediante la anteposición del pronombre respectivo flexionado por el sufijo -pak (de *-paq ‘para’).
Existen algunos pocos rastros del uso de posesivos en la antigüedad, como en la expresión Apunchik, que originalmente significaría «nuestro señor».