Nació en Montevideo en 1933 en el seno de una familia argentino-uruguaya: padre uruguayo y madre argentina.
[5] El recitado poético aplicado a la canción popular, será una de sus grandes innovaciones en la cultura rioplatense.
Pero obtendría un buen empleo en esa casa de estudios, siendo designado secretario de la misma, que junto a su trabajo como periodista del diario El Día, le garantizaron la seguridad económica.
"Bandoneonía", "misticordia", "tristería", "narcótica y bulina", "verdolagáticos cromos", "oculto clavecín transmilonguero", "tangamente"...[7] El libro fue muy bien recibido tanto en Montevideo como en Buenos Aires.
Troilo, Piazzolla, Mario Benedetti, Cátulo Castillo, Homero Espósito, elogiaron la obra.
Había trabajado con Jorge Luis Borges y con otros poetas, pero no estaba satisfecho.
[10] Con el paso de los años, la operita se convirtió en la obra dramática más puesta en escena del teatro argentino en toda su historia, presentándose en 75 ciudades en 25 países.
Ferrer, en 1996, realizó una gira mundial con la operita, dirigida por Gidon Kremer, con las voces de Julia Zenko y Jairo, luego reemplazado por Raúl Lavié.
En este caso, el célebre bodegón Bachín, ya demolido, que se encontraba ubicado en la calle Sarmiento, casi esquina Montevideo.
[12] La Balada fue presentada la primera noche y tuvo una excelente acogida por parte del jurado, que la declaró finalista en el rubro "tango".
[14] Entre las canciones escritas por el dúo Piazzolla-Ferrer en ese momento se encuentran "Balada para mi muerte", "Canción de las venusinas", "La bicicleta blanca", "Juanito Laguna ayuda a su madre" y "Fábula para Gardel", grabadas en el álbum Astor Piazzolla y Horacio Ferrer en persona, lanzado en 1970.
[6] En 1970 escribió el Libro del tango: arte popular de Buenos Aires.
Ferrer ha dicho que ama el barrio en el que vive, por razones familiares, porque su abuelo está enterrado en el Cementerio de la Recoleta y porque su madre jugaba en la Plaza Francia, pero también por las características sociales y urbanísticas del barrio: En 1982 conoció a la pintora Lulú Michelli, "la mujer de la que soy el hombre", según la definición de propio Ferrer: "no digo mi mujer porque no la compré en un remate".
[5] Una de las mesas del bar recuerda el hecho con una inscripción que dice: "En esta mesa la artista plástica Lulú Michelli conoció al poeta Horacio Ferrer en un amor que aún perdura.
Su título completo es Oratorio Carlos Gardel para Orquesta Sinfónica, Coro Mixto, Solistas y Recitante.
En 1993 por gestiones de Ferrer, la Academia se instaló en el Palacio Unzué (Avenida de Mayo 833), renombrado desde entonces como Palacio Carlos Gardel, que en el año 2000 adquirió en propiedad gracias a un subsidio del Estado nacional.