Por razones históricas, los tribunales federales siguen siendo reacios a reconocer los derechos de los inmigrantes "irregulares".
Generalmente solicitan los siguientes requisitos relacionados con la abolida ley 21.795: La doble ciudadanía está aceptada por Argentina, en países con los cuales la Argentina ha suscripto un Convenio de Doble Nacionalidad, los cuales son: Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Honduras, Italia, Nicaragua, Noruega, Panamá y Suecia.
[1][5] En los últimos años, se han presentado diversos proyectos en el Congreso argentino para modificar la legislación que regula la adquisición de la ciudadanía.
Uno de los más recientes fue impulsado por el senador Maximiliano Abad (UCR), quien propuso actualizar los requisitos para obtener la ciudadanía argentina.
Según el legislador, la normativa vigente, que data de 1869, no está alineada con las necesidades y el contexto actual del país.
Entre los cambios propuestos, el proyecto también busca facilitar el proceso para ciertos casos, como extranjeros con cónyuges o hijos argentinos y personas reconocidas como refugiados.
[12] Asimismo, a pesar de que esos territorios estén considerados por Argentina como «ocupados ilegalmente por el Reino Unido», la ley reconoce que los nacidos allí no pierden su ciudadanía natural argentina, aunque acepten ser ciudadanos de otro Estado extranjero.
Numerosos malvinenses y sus descendientes han adoptado la nacionalidad argentina,[15][16] entre ellos Alejandro Betts, James Peck, James Douglas Lewis, Yolanda Bertrand, Soledad Rende, Derek Rozee,[17] Ethel Turner,[18][19] Pablo Betts (hijo de Alejandro),[20] Juan Alejandro Reid[21] (hijo del argentino Reynaldo Ernesto Reid),[22] James Lewis,[23] Frank Ushuaia Lewis,[23] entre muchos otros.
Carlos María Moyano, primer gobernador del Territorio Nacional de Santa Cruz, se casó con una joven kelper.
Walker fue enrolado, trámite que se cumplió en Puerto San Julián, provincia de Santa Cruz.
Betts es el único malvinense radicado en la Argentina continental que posee en su documento un domicilio de las islas.
Es la primera vez que un ciudadano argentino nacido en las Malvinas está empadronado en las islas y en condiciones de votar en Tierra del Fuego.
[46][47] Estas personas son ciudadanos argentinos, en virtud del concepto jurídico ius sanguinis, ya que el concepto ius soli no se aplica a la Antártida, en virtud del Tratado Antártico.