[7] El castellano se convirtió en la lengua de la corte[8] pero también los intereses materiales, económicos y comerciales, e incluso el azar contribuyeron a ello: A mediados del siglo XIV, la Corona de Aragón era una potencia comercial y naval en el Mediterráneo.
En el norte de Aragón aún perdura la lengua aragonesa, considerada, por ser coetáneas, un dialecto constitutivo del castellano.
"[10] En el siglo XV la nobleza, el clero, los literatos y los comerciantes catalanes ya dominaban el castellano.
El catalán Manuel Milá y Fontanals (siglo XIX) refiere que los romances castellanos eran tradicionales en Cataluña ya en la Baja Edad Media y como afirma Rafael Lapesa en su «Historia de la Lengua Española», al florecimiento del castellano en el siglo XVI "contribuyeron catalanes como Boscán, compañero de Garcilaso en la renovación de nuestra poesía".
En 1768 se implementarán las primeras ordenanzas para imponer el uso del castellano en la enseñanza, pero no obstante estos reales decretos, no se producirá una pérdida de hegemonía del catalán en la enseñanza de primeras letras hasta el siglo XIX.
[12][13] En una fecha tan temprana como 1716 aparece con gran éxito el periódico Noticias de diferentes partes venidas a Barcelona que en 1748 abrevia su nombre a Gazeta de Barcelona y continúa publicándose hasta el siglo XIX.
[cita requerida] En 1792 surge el Diario de Barcelona que se publicó con éxito hasta ser incautado durante la guerra civil por el partido independentista Estat Català.
La Vanguardia, fundada en 1881 en español, ha sido durante todo el siglo XX el periódico más vendido de Cataluña.
El castellano se había convertido ya desde el último tercio del siglo XVI en el idioma preferentemente usado para la gran mayoría de obras impresas.
Desde los inicios del siglo XX España desarrolló la escolarización obligatoria e inicialmente en Cataluña la educación era en castellano, ya que era la única lengua oficial salvo en cortos periodos, como la Segunda República Española.
Los gobiernos de la Restauración habían permitido una tímida autonomía, en realidad una unión de las cuatro provincias, cuando entre otras cosas se intentó fijar la normativa ortográfica del catalán (por Pompeu Fabra entre otros), que tuvo que suspenderse hasta la Segunda República.
“Artículo 31 En todas las escuelas primarias de Cataluña será obligatoria la enseñanza del idioma castellano.
"[cita requerida] Finalmente se decidió llegar a un consenso por la igualdad para que todos los españoles tuvieran la misma enseñanza en todo el país, por tanto la enseñanza no sería una competencia exclusiva de la Generalidad, con lo que el Gobierno de la República mantenía sus escuelas (con lengua vehicular castellana) dentro de Cataluña y la potestad de crear nuevas, pero se permitía que la Generalidad pudiese crear una red paralela para garantizar la educación con lengua vehicular en catalán para aquel que la quisiera.
Todo ello debía estar sujeto al artículo 50 de la constitución republicana que garantizaba el castellano como lengua vehicular en la enseñanza, aunque no necesariamente en exclusiva: ”Artículo 50 Las regiones autónomas podrán organizar la enseñanza en sus lenguas respectivas, de acuerdo con las facultades que se concedan en sus Estatutos.
Los factores favorables a la extensión social del catalán desaparecieron o fueron frenados, mientras que los adversos fueron muy numerosos.
Esta nueva etapa permitió extender el conocimiento del catalán normativo y de su uso como lengua vehicular, aunque no exclusiva en un principio, en el sistema educativo.
Las seis grandes productoras españolas se niegan a emitir y distribuir películas dobladas al catalán arguyendo la escasa viabilidad económica.
[cita requerida] Así mismo es obligatorio redactar en catalán la información de carácter fijo (rótulos exteriores e interiores) y se contemplan infracciones por su incumplimiento.
[23] En la enseñanza superior, los estudios impartidos por entidades privadas en lengua castellana no obtienen subvenciones por parte de la Generalidad.
La UOC (universidad privada a distancia, creada justamente por la negativa de la UNED a impartir también estudios en catalán) sólo recibe subvenciones por las titulaciones y másteres en catalán, de manera que, en la práctica, cursar los mismos estudios en esta universidad, en castellano puede costar entre el doble o el triple.
En Cataluña el factor más importante del bilingüismo social es la inmigración desde el resto de España durante el siglo XX.
El castellano en cifras absolutas ha aumentado en el mismo periodo entre castellanohablantes como lengua materna y bilingües en 329.000[32] personas.
Por su parte los que se identifican a sí mismos como bilingües siguen incrementándose hasta el 12 % en 2008 y el resto lo completan otras lenguas en su mayoría no peninsulares.
[38][39] El castellano desde la primera mitad del siglo XX es entendido por casi la totalidad de la ciudadanía catalana.
Cataluña ha recibido en los últimos 20 años 1,5 millones de inmigrantes que no conocen el catalán.
[46] Además, a juicio de Flors, se ha reducido el uso del catalán en todos los terrenos, incluida la escuela, que ya no actúa de referente motivador, y la tecnología (Alexa, Siri) o se usa Google en castellano.
También hay reducción en la propia administración catalana, como la sanidad, debido a la escasez de profesionales.
[46] Finalmente, no existen estudios, según Flors, sobre las consecuencias que el proceso independentista ha dejado en parte de la población.
Ni siquiera a título simbólico (webs, rótulos en museos nacionales, empresas públicas...).
[46] En todo caso, la finalidad de la inmersión se cumple por cuanto los estudiantes terminan la educación obligatoria siendo competentes en castellano y catalán según las evaluaciones periódicas realizadas por el Departament d’Educació.