[4] Igualmente aprendió la lengua castellana como un natural, de tal suerte, que incluso Marcelino Menéndez Pelayo notó en su prosa solo italianismos y ningún catalanismo.
[1] Por fin el caballero catalán se casa en 1539 con una culta dama valenciana, Ana Girón de Rebolledo, de la que tendrá tres hijas, Violante, Mariana y Beatriz; en su Epístola a Mendoza declara que con ella encontró la felicidad.
La poesía castellana quedó así enriquecida con nuevos versos, estrofas, temas, tonos y recursos expresivos.
Por otra parte, su Epístola a Mendoza introduce en España el modelo de la epístola moral como un género poético imitado de Horacio, donde se expone el ideal del sabio estoico con su prudente moderación y equilibrio.
Marcelino Menéndez Pelayo cuenta 21 ediciones antiguas de sus obras, pese a lo cual, afirma, no fue poeta acreditado en el siglo XIX, pues Manuel José Quintana no lo incluyó en su famosa antología, ni tampoco aparece en la no menos célebre Biblioteca de Autores Españoles; sin embargo, en el siglo XIX hizo una edición notable el hispanista estadounidense William I. Knapp (1875) y modernamente se le ha editado y revalorizado como merece.