Cristóbal de Castillejo

Al fin se estableció en Viena, donde, aunque monje, llevó una vida disoluta con diversos amoríos y un hijo natural.

Si bien es un poeta que pertenece a la lírica cancioneril del siglo XV y escribe en arte menor predominantemente octosílabo simple o combinado en pies quebrados, aunque alguna vez lo hace en dodecasílabos, su espíritu y temática es plenamente renacentista, como lo son también sus géneros (fue un asiduo cultivador del diálogo), y se aparta del usual conceptismo cancioneril persiguiendo una mayor claridad en la expresión, en consonancia con lo preconizado por Juan de Valdés; se burla de los tópicos cancioneriles e incluso escribe que cuando el propio Juan Boscán los cultivaba los consideraba un arte acabado: "Los requiebros y primores / ¿quién los niega, de Boscán, / y aquel estilo galán / con que cuenta sus amores?

/ Mas trovada / una copla muy penada, / él mesmo confesará / que no sabe dónde va / ni se funda sobre nada”.

[3]​ Solamente escribió una composición contra la nueva estética italianizante: Contra los que dexan los metros castellanos y siguen los italianos, que incluye algunos sonetos en endecasílabos de carácter burlesco, no obstante, como "Garcilaso y Boscán siendo llegados".

[7]​ Sus obras completas no se editaron hasta 1573 en Madrid y fueron expurgadas por la Inquisición, por ejemplo del "Sermón de amores".

Estas obras se reimprimieron muchas veces, no pocas de ellas expurgadas por la censura inquisitorial.

A fines del siglo XVIII el crítico neoclásico Pedro Estala editó muchas de sus obras en Madrid, Imprenta Real, 1792.

Existe además un voluminoso corpus epistolar entre Martín de Salinas, embajador del Infante don Fernando, y el poeta, editado modernamente.

Las obras de Christoval de Castillejo , 1600.