En 1362 fue prometida en matrimonio con Alfonso de Castilla, hijo y heredero del rey castellano Pedro I, pero la muerte de aquel hizo que se concertara un nuevo matrimonio con el futuro Juan I de Castilla, hijo del hermanastro de Pedro I, Enrique II de Castilla, que le disputaba el trono castellano y con el que se encontraba luchando en una guerra civil.
Tras la victoria de Pedro I sobre su hermanastro en la batalla de Nájera, librada en 1367, Pedro declaró nulas las capitulaciones matrimoniales, por lo que el matrimonio no se celebró hasta el 18 de junio de 1375, cuando ya había fallecido Pedro I.
Con motivo de su matrimonio, "El infante Juan dispuso que se le cantase en esta iglesia una misa de la Trinidad cada día, concediendo a cambio a los frailes un juro perpetuo de 4.000 maravedíes sobre la martiniega de Soria".
Las bodas tuvieron una gran repercusión ya que junto con las tornabodas y los festejos de San Juan, todo en uno, duraron más de un mes, haciendo de esta ciudad una fiesta ininterrumpida.
Fruto de su matrimonio nacieron dos hijos: