La ópera asume la forma tradicional de una tragédie en musique, prácticamente lo único que los primeros públicos encontraron convencional.
En algún momento del año 1732, Rameau se dirigió a Pellegrin y le pidió un libreto.
André Campra quedó asombrado por la riqueza de invención: A otros, sin embargo, la música les pareció estrafalaria y disonante (Hipólito fue la primera ópera descrita como barroca, un término entonces insultante).
Vieron la obra de Rameau como un ataque a la ópera lulliana y la tradición musical francesa.
Nunca fue la ópera más popular de Rameau, pero su significado fue reconocido casi inmediatamente y al menos el Trio des Parques alcanzó gran popularidad en el siglo XIX, una época en que no se representaban las óperas de Rameau.