Deshollinador

Su actividad se extiende también al mantenimiento de la chimenea reparando pequeñas grietas que pudieran dejar escapar el humo.

Desde allí, ayudado de un peso hacía descender una bolsa en la que se iba depositando la suciedad.

Si bien la limpieza de chimeneas es una ocupación muy antigua, tan antigua como las propias chimeneas, no fue hasta alrededor del siglo XVIII que las chimeneas se hicieron lo suficientemente grandes para que un hombre las atravesara, dando lugar a la típica imagen del deshollinador que se desarrolló durante la época de la Revolución Industrial.

En los siglos XV y XVI en Europa Occidental, la construcción de frontones escalonados se hizo común para permitir un fácil acceso a la chimenea.

En la época victoriana en el Reino Unido, la profesión era famosa por emplear jóvenes lo suficientemente delgados como para deslizarse dentro de las chimeneas para limpiarlas por dentro.

Deshollinador en 1850.
Niño deshollinador en Chambéry ( Francia ) en 1910.