El autor del libro que contiene este capítulo es anónimo, pero la tradición cristiana primitiva afirmó uniformemente que Lucas compuso este libro, así como el Evangelio de Lucas.[11] San Pablo toma a Timoteo como compañero de su segundo viaje misionero, reconociendo su valiosa contribución en el apostolado.Esta decisión refleja la estrategia de Pablo para facilitar la evangelización y fortalecer su misión.[14] El pasaje informa de que Pablo y sus compañeros respondieron inmediatamente a la invitación.La población judía era muy pequeña, como lo demuestra la falta de una sinagoga, que requería al menos diez hombres judíos para su fundación.En su lugar, un grupo de mujeres se reunía para orar junto al río, probablemente debido a las purificaciones rituales.El primer fruto del cristianismo en Europa es la correspondencia a la vocación de una mujer:San Pablo percibe que detrás de esto está la acción del demonio y, por ello, lo expulsa.La expulsión del espíritu pitónico genera el primer conflicto entre Pablo y los no judíos.A diferencia de las revueltas en Asia Menor, aquí el enfrentamiento se presenta como una denuncia legal ante las autoridades locales.Cuando la 'policía' (griego: rhabdouchoi, «lictors», Versículo 35) vino a ordenar al carcelero que lo soltara, Pablo eligió este momento para revelar su ciudadanía romana (cf.[42] Una completa inversión de roles ocurrió entonces cuando los magistrados vinieron a «disculparse» ante Pablo (mejor traducción: «implorar», del griego: parekalesan, Versículo 39) reivindicando la fidelidad de Pablo a Dios, quien puede convertir situaciones potencialmente humillantes en honor.[26] La actuación de Pablo al invocar ser ciudadano romano demuestra que los cristianos no renunciaban a sus derechos civiles.Según el derecho romano, los ciudadanos no podían ser azotados sin un juicio previo.Aunque al inicio del Imperio se permitían los azotes, siempre requerían una condena formal.