Francisco Valdés Arriola

Después de estos hechos, negándose a prestar juramento de fidelidad al rey José I, se fugó de Dinamarca con una gran parte del ejército expedicionario y se embarcó en el navío Edgar para trasladarse a Suecia, desde donde se dirigió a las costas españolas.Entre 1807 y 1813 Valdés luchó contra los franceses en España y Portugal a las órdenes de los generales Blake, marqués de la Romana, duque del Parque, Francisco Ballesteros y príncipe de Anglona.Una columna enviada por Ballesteros cayó sobre los franceses que le tenían preso, cerca de las minas cercanas a Cazalla de la Sierra, mas no consiguieron liberarle.[2]​ Fue encerrado en la cárcel pública de Sevilla, donde permaneció tres meses.[2]​ Desde la primera ciudad realizó el 3 de agosto de 1824[3]​ una expedición a Tarifa, tomando la ciudad, que tuvo que defender ante los ejércitos francés y realista.[2]​ A comienzos de 1830 estaba en Francia, desde donde cruzó en octubre los Pirineos.[2]​ Permaneció en el exilio francés hasta que en 1833 se le permitió el retorno a España, gracias a Gerónimo y Dionisio Valdés.En Aragón evitó que la ciudad de Calatayud fuera saqueada por Cabrera.Hayándose el 31 de 1836 en Daroca, logró sorprender en Bañón al jefe carlista Quílez, que se hallaba en la localidad.El 23 de agosto había sido ascendido a brigadier.En 1842 estuvo en la provincia de Huesca desempeñando varios cargos.[2]​ En 1854, tras la Vicalvarada y cambiado el gobierno, Valdés fue promovido el 1 de agosto a teniente general y nombrado capitán general de Extremadura.