En 1778 se dirige a Cartagena para ocupar su plaza en la Compañía de Guardias Marinas.
Ascendido a Alférez de Fragata, es elegido Ayudante del general Ventura Moreno.
Por aquellos días ocurre la guerra entre Gran Bretaña y los Estados Unidos: en Madrid Carlos III quiso convocar un Congreso que evitase la lucha armada.
Gran Bretaña respondió atacando buques españoles y las posesiones de Luisiana, Honduras y en el lago Cocibolca, obligando a España a declararse beligerante en junio de 1779.
La operación está al mando del brigadier Ventura Moreno y por tanto le asiste el joven Pedro Caro.
Autorizado por el rey Carlos III, viaja por Viena y Berlín, llegando a Moscú.
Un nuevo viaje de estudios le lleva a París, Italia, Flandes, Prusia, Dinamarca, Suecia y Gran Bretaña.
Arthur Wellesley, antes de salir para Portugal halló el personaje buscado, un clérigo católico escocés de nombre James Robertson, que hablaba correctamente alemán y había residido muchos años en Ratisbona.
Frere tuvo que abandonar Madrid por su incompatibilidad con Godoy y a ello añadidos los actos de piratería.
El día 4 de junio, Robertson embarca para Heligoland, acompañado de Mackenzie, agente británico en aquellas tierras y que debería facilitarle el tránsito hasta llegar ante La Romana.
Mackenzie supuso al General en Hamburgo y allí se dirigieron a Nyborg, hospedándose en el mismo hotel donde lo hacía el Marqués con su estado Mayor y su numerosa servidumbre.
Entrevistados con Willians Wellesley y después con el Secretario de Estado para Asuntos Extranjeros, Canning, lograrían ayudas económicas para la lucha contra Napoleón, así como la asistencia de tropas británicas.
El marqués se quedó dubitativo y callado, observando y considerando que posiblemente fuese un agente francés que intentaba conocer las verdaderas intenciones de sus últimos movimientos.
El mariscal Berthier sospechaba y se lo hace saber a Bernadotte, quien le contradice, manifestando su total confianza en La Romana.
La Romana intenta que se realice el juramento, pero las tropas lo rechazan.
Embarcado en una lancha de pescadores, desenvaina su espada y obliga a que le lleven a uno de los barcos británicos allí fondeados, sube al Superb, donde es acogido por el contralmirante Keats, el cual le promete auxilios inmediatos.
La infantería se unió a Joaquín Blake y ya lucharon en Espinosa de los Monteros.
Tras la retirada del ejército inglés, La Romana se dirige a Asturias, en donde reorganiza sus fuerzas.