Por lo tanto, con solo 667.612 personas, durante esta era, Filipinas se encontraba entre las tierras más escasamente pobladas de Asia.
Durante toda la segunda mitad del siglo XIX, se establecieron los gobiernos y comandancias militares, muy numerosos dado el elevado número de islas y la extensión del distrito.
Hacia mediados del siglo XVIII, existían 24 provincias, de las cuales 19 eran alcaldías mayores y 5 corregimientos:[12] Corregimientos: Alcaldías mayores: Provincias formadas posteriormente: Hacia mediados del siglo XIX existían las siguientes provincias: A fines de siglo XIX España reivindicaba e incluía ya el sultanato de Joló (Joló) que por su parte comprendía el Borneo Septentrional o Sabah; las reclamaciones en Micronesia se extendían a Palaos, las islas Carolinas, las Marshall y, más difusamente las islas Bonin y las actualmente llamadas Spratly.
Caraga, Samar, Iloílo, Antique, Cápiz, Albay, Camarines Sur, Tayabas, Cavite, Zamboanga, islas Marianas.
Misamis, Mindoro, Nueva Écija, isla de Negros, Camarines Norte, Tondo, Zambales, Bulacán, Pampanga, Bataán, Pangasinam, Ilocos Sur, Ilocos Norte, Cagayán, islas Batanes, Laguna, Batangas, Zebú, Leyte, Calamianes.
Generalmente la categoría o grado militar del gobernador correspondía a las facultades gubernamentales.
Los gobernadores político-militares tenían las mismas atribuciones que los civiles, excepto en lo económico, cuya gestión era privativa de los administradores de Hacienda en las provincias, donde los gobernadores no eran, al propio tiempo, subdelagados del ramo.
Una expedición española fue enviada desde las Filipinas para conquistar Taiwán (isla Formosa) al mando de Antonio Carreño Valdés.
El gobernador también poseía el título de capitán general, un rango militar conferido por las Cortes españolas.
Pobladores autóctonos eran los itas[15] desplazados a los lugares más boscosos, por inmigrantes malayo-polinesios.
Tomada por los estadounidenses en 1898, Manila siguió manteniendo un fuerte carácter hispánico durante las dos primeras décadas del siglo XX.
Estados Unidos, en esfuerzo sectario, decidió el progresivo y rápido desmantelamiento de todas las instituciones culturales españolas, en particular la educación escolar y la oficialidad del idioma español.
Al igual que en otros países de habla hispana, los filipinos llevan dos apellidos, con la notable diferencia de que el apellido materno se antepone al paterno.