Desde la gran cordillera del Súngay hasta el mar, va descendiendo gradualmente el terreno, formando espaciosas llanuras entre las pequeñas vertientes y colinas que generalmente espiran antes de llegar á la playa.
Las puntas Santiago y Cazador son remates de terreno montañoso.
Esta última separa las magníficas ensenadas de Balayan y Batangas.
A principios el siglo XX la provincia medía 3,130 km² y contaba con 311,180 habitantes casi todos tagalos.
El cementerio está colocado en situación muy despejada, digno de población tan religiosa, como rica.