Ferrocarril del Sur (Chile)

Como también ocurrió con la construcción del Ferrocarril a Valparaíso, lograr reunir el capital necesario para la construcción del ferrocarril a Talca no estuvo exento de problemas debido al alto valor que significaba aquella inversión.

[1]​ Unos meses después de iniciada la obra, el ingeniero Chevalier renunció a su cargo, siendo sustituido por el estadounidense Walton Evans.

Los trabajos en la primera sección fueron bastante veloces y para 1857 la línea unía el centro de Santiago con San Bernardo.

[1]​ Mientras el ferrocarril ya prestaba servicios entre Santiago y San Bernardo, el principal obstáculo para culminar la totalidad de la primera sección, y habilitar el servicio hasta Rancagua, era la construcción de un puente sobre el río Maipo.

El 22 de abril de 1858 se inauguró el tramo desde San Bernardo hasta la orilla norte del río, mientras que el ingeniero estadounidense Henry Meiggs tendía la línea hasta Rancagua.

[1]​ En 1866, la vía ya ingresaba a la ciudad de Curicó, y el 26 de noviembre del mismo año, el maquinista Manuel Jesús Escobar —el primer chileno en tener dicho cargo— llegaba a la estación con un tren cargado con materiales.

[1]​ Debido a que la atención del Estado de Chile se había desviado hacia otros proyectos ferroviarios como el Ferrocarril Talcahuano-Chillán (1869) o el Ramal San Fernando-Palmilla (1870), la prolongación a Talca quedó suspendida por algunos años.

[1]​ Al año siguiente (1871) se discute en el Senado la extensión ya no solo hasta Talca, sino que su continuación hacia Chillán, Angol, Los Ángeles y Malleco.

[1]​ Aquellos planes fueron tomados por el Jefe de Ingenieros del Ferrocarril del Sur, Charles Hillman y por el ingeniero Eugenio Poisson, los cuales dividieron el proyecto en tres partes: Curicó-Linares, Linares-Chillán y La Frontera-Angol.

[1]​ Tras la compra de las acciones del ferrocarril pertenecientes a privados en 1873, el Estado fue el absoluto propietario del servicio, permitiéndole realizar los trabajos que a inicios de 1874 permitirían finalmente conectar el tramo entre Curicó y Chillán.

De esta manera el Estado de Chile, queda como propietario absoluto del Ferrocarril, situación que también, se repite con el Ferrocarril Valparaíso-Santiago, Talcahuano-Chillán y La Frontera, los cuales también son comprados por el gobierno.

Antigua Estación Central de Santiago.
Vista actual de la estación Rancagua.
Puente ferroviario sobre el río Maipo.
Estación de San Fernando.
Frontis de la estación de Chillán.
Horarios en 1875, época donde el servicio desde Santiago era continuo solo hasta Curicó, estando ya bajo administración estatal.
Inauguración del «ramal de la Cañada», primera línea de tranvías de sangre en Santiago (10 de junio de 1858).