En total 17 tranvías fueron incendiados, otros 17 resultaron con destrozos y 22 caballos fueron extraviados luego que fueran desenganchados de los vehículos.
[2] La empresa mantuvo caballerizas y talleres en dos sitios: el primero estaba ubicado en la esquina de las calles Chacabuco con Erasmo Escala —cercano a la Estación Central de ferrocarriles—,[7] mientras que el segundo se encontraba en la Cañadilla, sector ubicado en la ribera norte del río Mapocho, en un terreno circundado por las calles Antonia López de Bello, Independencia, Artesanos y Recoleta.
[9] La mayoría de los carros del Ferrocarril Urbano de Santiago fueron construidos por la John Stephenson Company, los cuales poseían un segundo piso o «imperial» que servía para los pasajeros de segunda clase, el cual se encontraba totalmente abierto y sin resguardo del sol, el viento o las lluvias.
Hacia 1880 la empresa poseía 100 carros, número que había aumentado a 200 en la década siguiente: en 1889 se reportaban 158 carros (de los cuales solo 138 estaban en servicio) y en 1893 un total de 265 tranvías.
[2] En cuanto a los caballos, en 1875 se contabilizaban 1266 ejemplares mientras que hacia fines de 1878 la empresa poseía 1117.