Paranormal

El término paranormal (también, fenómenos paranormales; del griego παρά, pará, «al lado, al margen», y el adjetivo «normal») alude a supuestos fenómenos descritos en la cultura popular, en el folclore y en otros cuerpos de conocimiento no científicos cuya existencia se describe como más allá del alcance de la comprensión científica “normal”.

[11]​ Que resulte inexplicable por las ciencias establecidas es condición necesaria para la estimación de un fenómeno como "paranormal", pero no es condición suficiente; tales efectos deben presentar además rasgos propios, específicos, que los distingan y aparten de los fenómenos naturales, tanto normales como anómalos, cuyo dinamismo se ajusta a las relaciones de variables conocidas o utilizadas por la ciencia oficial.

Sería más precisa, en cuanto a esos rasgos específicos, la siguiente definición de Charles Richet: “Es característico del hecho metapsíquico, cualquiera que sea, el que parece ser debido a una inteligencia desconocida (humana o no humana).

(...) Parece que son debidos a fuerzas inteligentes desconocidas, comprendiéndose en las mismas los sorprendentes fenómenos intelectuales de nuestras inconsciencias.

La intelectualidad, o sea la elección, la intención, decisión conforme a alguna voluntad personal, no conocida, constituye el carácter de todo fenómeno metapsíquico”.

En el mismo sentido se pronuncian J. B. Rhine y J. G. Pratt: "En realidad, lo más asombroso de este nuevo tipo de casos psíquicos es que ellos demuestran ser totalmente independientes del tiempo.

Se comprenderá mejor este problema leyendo la clasificación de fenómenos que figura a continuación.

La radiestesia y telerradiestesia, la psicometría y las llamadas "mancias" estarían también incluidas, como fenómenos en los cuales la presencia o la utilización de muy diversos objetos excitarían presuntas facultades de PES en sujetos "dotados" o "paragnostas" (quiromancia, cristalomancia, cartomancia, cafemancia, ornitomancia, acutomancia, dominomancia, rabdomancia, astrología...).

Asimismo, se incluyen efectos para-biológicos, entre los que se encuentran: las experiencias extra-corpóreas; las formaciones ectoplásmicas, con posible inclusión en ellas de los fenómenos de transfiguración; la dermografía y, dentro de esta, la estigmatización; la transfixión; así como fenómenos para-higiénicos: varias formas de diagnóstico y terapia paranormales, entre las que destacan, por ejemplo, las atribuidas a los llamados "psicocirujanos" filipinos y brasileños, etc. Esoterismo, ocultismo, teosofismo, espiritismo, brujería, vudú, satanismo, etc. son contextos doctrinales en los que parece haberse registrado una variada fenomenología paranormal, la cual, por otra parte, está presente también en todas las grandes religiones (así, por ejemplo, la que aparece relatada en varios libros de la Biblia o en textos dentro del budismo o del lamaísmo, etc.) y místicas.

Si no hay avance, la bruja le preguntará si ha ofendido a un compañero de la comunidad y dependiendo de lo que conteste el hombre o mujer, decidirá si continuará con la sanación o lo dejará como un castigo.

Afectando así la reputación de la familia en la comunidad o afectando a la comunidad y alejándolos de la civilización avanzada por un evento desconocido para todos, no cabe que para este fenómeno exista solución.

Cierta fenomenología espontánea que, como tal, es testimoniada desde experiencias vividas en condiciones no sometidas a control, también mereció interés por las posibles consecuencias científicas de lo que se descubriese respecto a sus procesos y causas, conduciendo progresivamente a una investigación que, objetivando su realidad bajo control experimental, lograse describir las leyes de su dinamismo.

También creen que el pensamiento paranormal es un antídoto contra la tanatofobia o miedo a la muerte.

[25]​ "Investigación psíquica" y "Metapsíquica", término este último utilizado por el premio Nobel de Fisiología francés Charles Richet, fueron los primeros nombres dados a la disciplina que se ocupa del estudio de los fenómenos paranormales.

Una segunda cátedra, esta vez ya ordinaria, fue adjudicada al profesor Johnson en la misma universidad.

[29]​ Esa afiliación, junto con una apertura mayor hacia los "fenómenos psíquicos" en la década de 1970, tuvo como consecuencia un aumento de la investigación parapsicológica, con un renovado interés por la experimentación en laboratorio que dio lugar, por ejemplo, a las series de experimentos sobre visión remota realizadas en 1972 y 1973 en el Stanford Research Institute (California), con, entre otros sujetos, el artista neoyorquino Ingo Swann y el ex comisario de policía Patrick H. Price, así como las llevadas a cabo con el sujeto israelí Uri Geller, todas ellas bajo la dirección de dos físicos, pioneros investigadores del láser, que juzgaron satisfactorios sus resultados: Harold Puthoff y Russell Targ.

En respuesta al creciente interés popular por la Parapsicología, también en los años setenta se crearon organizaciones escépticas, principalmente el Comité para la Investigación Científica de Afirmaciones Paranormales (1976), ahora llamado Committee for Skeptical Inquiry (Comité para la Investigación Escéptica), junto con su revista, el Skeptical Inquirer.

El premio Nobel de Física Sir George Thomson, consideraba en los años 1950 que la prueba experimental aportada por Rhine en Estados Unidos y por Soal en Inglaterra era "buena, lo bastante buena para ser aceptada, si lo que estuviese en juego no fuera el trastorno fundamental de los sistemas de pensamiento que han adoptado los científicos más modernos y más técnicos", señalando que la importancia "del tema es enorme, y se trabaja demasiado poco sobre él.

(...) Una imagen del mundo perfecta debería, por así decirlo, ser ampliada con otra dimensión; solo entonces podría aclararse unitariamente la totalidad de los fenómenos.

Necesitará colaboradores expertos que aporten los pertinentes datos psicológicos, sociológicos, culturales, ideológicos, etc., en relación con los sujetos o testigos de los hechos, cuyos testimonios estudiará detenidamente, así como la recabada información histórica, cuando la misma sea relevante, sobre el lugar en que los hechos se han producido o se producen.

Cuando se haya podido descartar el fraude, corresponderá a colaboradores científico-naturales determinar si los hechos tienen su adecuada explicación dentro de sus ciencias.

Varias universidades del mundo e investigadores independientes emplean métodos experimentales (no necesariamente el uso del método científico, o su realización al 100%), para repetir bajo control en laboratorio algunos de estos fenómenos.

[38]​ Los resultados experimentales hasta ahora no han sido universalmente aceptados y en pocas ocasiones se ha admitido su publicación en revistas científicas con peer review (revisión por pares), el método normal de aceptación de artículos científicos.

La posición de la comunidad científica establecida queda reflejada en el siguiente texto, cuyo autor es Martin Gardner: "¿En qué se equivocan, en mi opinión, los parapsicólogos?

(...) Al otro lado tenemos a quienes no creen que puedan existir pruebas dignas de ser buscadas.

Solo entonces podremos proceder a alterar o desafiar las ideas establecidas por la ciencia.

Su aporte a la Parapsicología ha sido básicamente el concebir la conciencia no solo como un mero producto de nuestro cerebro, sino como algo que puede existir de un modo transmaterial y que trascendería por tanto los límites del tiempo y del espacio.

Imagen de Charles Fort en 1920. Fort es quizás el coleccionista de historias paranormales más conocido.
Participante de un experimento ganzfeld que, según sus defensores, puede mostrar evidencia de telepatía .
Un cazador de fantasmas toma una lectura de campos electromagnéticos , que según los defensores puede estar relacionada con la actividad paranormal.
Chris French , fundador de la Unidad de Investigación en Psicología Anomalística.
James Randi fue un conocido investigador de fenómenos paranormales.