[1] Fue construida para dar culto a la Virgen del Valle, devoción probablemente introducida con la repoblación cristiana cuya referencia más antigua es de 1545.
La principal, a los pies de la nave central, tiene vano ojival compuesto por tres arquivoltas con grueso baquetón angular, todo ello inscrito en un alfiz.
[7] La otra portada abre a la nave del Evangelio y repite el esquema de arcos ojivales enmarcados por alfiz.
Sus muros se encuentran enriquecidos por arcos mudéjares con decoración de sebka, tracería y mocárabes.
Fue esculpida por Sebastián Santos en 1936 para sustituir a la imagen destruida en el asalto al templo en julio de ese mismo año.
Al siglo XVII corresponde un lienzo con la cabeza degollada de San Juan Bautista.
Una pintura alegórica del pueblo cristiano implorando la paz al Inmaculado Corazón de María es atribuida a Santiago Martínez.
La vara que lo sostiene es una obra de platería sevillana del siglo XVIII.
[1] La preside por un retablo de Francisco Ruiz en el que se integra un tabernáculo con columnas salomónicas del siglo XVIII.
Fue adaptado a su actual iconografía por Sebastián Santos tras destruirse la anterior imagen durante la Guerra Civil.
[22] La imaginería de la capilla se completa con un San Juan Evangelista (Joaquín Moreno Daza, 1959) y un Niño Jesús pasionista[23] (Lorenzo Ramírez, 1742).
San Joaquín viste túnica gris, ceñida a la cintura con una lazada, y manto rojo anudado sobre el hombro derecho.
Ambas figuran se recortan sobre un paisaje simplificado de rocas y arbustos.
La escena se sitúa en un salón con un arco almohadillado de medio punto sobre pilastras cajeadas.