Muchos académicos, empezando por Juan Damasceno en el siglo VIII, y sobre todo los académicos protestantes, han argumentado que la genealogía del Evangelio de Lucas es el árbol familiar de María[4] y que su padre se llamaba Helí.
[6][7] Se ha argumentado que Helí, Eliaquim y Joaquín son versiones del mismo nombre.
[11] No obstante, el sumo sacerdote rechazó a Joaquín y a su sacrificio animal en el templo porque su falta de hijos fue interpretada como un signo de desaprobación divina.
Joaquín se fue al desierto y ayunó durante cuarenta días como penitencia.
En el Antiguo Testamento se cuenta una historia similar de otra mujer llamada Ana, que fue la madre del profeta Samuel.
[13] Joaquín y Ana encontrándose en la Puerta Dorada es un tema popular en las representaciones artísticas religiosas.
No se añadió ninguna celebración litúrgica de san Joaquín en el Calendario Tridentino.
La devoción a san Joaquín es moderna, mientras que la de santa Ana es más antigua, al menos data del siglo VI.
Este río dio nombre al valle de San Joaquín (California, Estados Unidos).
Esto significa, 'Oh, similar a Harún [Aarón] en veneración' ") porque desciende de él.