Electra

En la tradición que conoce Homero su nombre es Laódice (en griego antiguo: Λαοδίκη, Laodíkē, «la justicia del común»).

Su mito gira en torno al plan que urdió junto a su hermano Orestes para vengar el asesinato de su padre dando muerte a quienes lo habían perpetrado: su propia madre Clitemnestra y el amante de ésta, Egisto.

El destino de Atenas no se decidió mediante argumentos racionales sino emocionales.

Orestes fue llevado a la ciudad de Panopeo, en el monte Parnaso, donde lo confiaron al rey Estrofio.

Al fin, Atenea lo acoge en la acrópolis de Atenas y arregla un juicio ante doce jueces áticos.

El matrimonio de Clitemnestra con Agamenón fue forzado, como señaló Robert Graves en su obra Mitos griegos.

Un matrimonio tan infeliz puede motivar fácilmente la búsqueda de otro amante, especialmente con Agamenón ausente en Troya durante diez años.

[7]​ Si Ifigenia fue llevada a la Táuride y, por tanto, no murió en un sacrificio, nadie en Micenas parece haberlo sabido.

En Las coéforas, Orestes vacila brevemente, pero su primo y amigo, Pílades, no tarda en devolverle la determinación.

Como una serpiente o dragón fálico que sale de su vientre, el recién nacido Orestes, todavía conectado a ella con el cordón umbilical sin cortar, la convierte así en la madre fálica, la aterradora figura parental combinada sobre la que Klein escribió.

En tiempos modernos, Hugo von Hofmannsthal escribió una nueva versión del material con el mismo nombre, que más tarde convirtió en libreto para la ópera de Richard Strauss Elektra.

En 1931, el dramaturgo estadounidense y más tarde Premio Nobel de Literatura Eugene O'Neill publicó A Electra le sienta bien el luto (título original Mourning becomes Electra), en la que la antigua saga de los Atridas se traslada a Nueva Inglaterra.

Orestes , Electra y Hermes junto a la tumba de Agamenón . Pélice de figuras rojas de Lucania , c. 380–370 a. C., Museo del Louvre .
Electra en la tumba de Agamenón ( c. 1869), óleo de Frederic Leighton .