Fue la última vez hasta 2015 en que la gobernación de Buenos Aires sería ganada por un candidato no peronista.
La provincia de Buenos Aires es, por amplia diferencia, el distrito más poblado de la República Argentina, y alberga por sí sola a un 38% del electorado registrado del país, lo que la convierte en un distrito clave y casi completamente definitorio para los procesos electorales argentinos.
Del mismo modo, ganar y retener la gobernación bonaerense se considera clave para la estabilidad de cualquier gobierno electo.
[3] Por otro lado, la campaña de Herminio Iglesias ha sido particularmente recordada como un posible detonante de la derrota sufrida por el Partido Justicialista tanto a nivel provincial como nacional (que constituyó también la primera derrota del partido en comicios libres).
[4] Iglesias realizó fuertes críticas al candidato presidencial del radicalismo, Raúl Alfonsín, dirigiéndose a él con insultos personales como "gusano", "traidor" o "malnacido político".
[4] El escrutinio duró hasta la madrugada, siendo la provincia más poblada, y por lo tanto la elección bonaerense fue la última en definirse.