Edicto de tolerancia de Galerio

Galerio murió cinco días después de la promulgación del edicto que ponía fin a la persecución.

Por su parte Valeriano en el año 257 había ordenado los sacrificios exclusivamente al clero cristiano al que se consideraba el «núcleo duro de resistencia» en contra del reconocimiento del culto imperial.

Se produjeron entonces las «persecuciones de Diocleciano», «las primeras que realmente merecieron ese nombre», según Manfred Clauss.

Un segundo edicto prescribía el encarcelamiento de los obispos y clérigos cristianos.

[11]​ Por su parte Manfred Clauss ha señalado que la convivencia pacífica entre «paganos» y cristianos, cuyo número iba creciendo,[14]​ era cada vez más difícil.

Pero a continuación se indicaba que, por una medida de clemencia, los cristianos podrían practicar su culto respetando el orden establecido.

Sin embargo, en Oriente Maximino Daya eludió su aplicación hasta que fue derrotado por Licinio, sucesor de Galerio, en 313.

La tradición cristiana lo achaca al arrepentimiento del «tirano» en su lecho de muerte.

El emperador Galerio promulgó el Edicto de Tolerancia de Serdica, que dos años antes que el « Edicto de Milán », puso fin a la persecución de los cristianos .