[2] Su eficacia se logró mediante el control exitoso del trabajo y la regulación de los recursos tributarios.La gente del Imperio incaica recibía ropa, comida, atención médica y educación gratuita a cambio de su trabajo.[6] La economía se basa en tradiciones locales de "solidaridad" y "mutualismo", que son anteriores al imperio incaico y fueron creadas para contrarrestar el duro entorno, transportadas a una escala imperial.[12]La costumbre de la reciprocidad es observable en todo el mundo,[9]y otros ejemplos importantes se encuentran especialmente en Oceanía.[14] Según las reglas de la cortesía, quien da presenta su petición como una búsqueda, pero es una orden.[9]Recibir crea una relación de confianza y obliga implícitamente al destinatario a brindar un servicio similar.[14] Debido a esta desigualdad, algunos etnólogos modernos describen el fenómeno antropológico como "intercambio" en lugar de "reciprocidad".Para cumplir con estas obligaciones, se construyó un sistema de almacenes estatales.Los productos son recuperados por el aparato estatal, que los redistribuye a otras regiones del imperio donde faltan recursos.[19] Según Valensi, citado por María Rostworowski, la redistribución se produce en sociedades que funcionan en torno a un centro político, que recoge bienes, los almacena y los redistribuye para recompensar a sus súbditos.Los grandes curacazgos representan el nivel más alto de integración logrado en los Andes prehispánicos, mientras que el Imperio Incaico nunca introdujo la integración a escala imperial, sino que gobernó sobre la base de jerarquías locales.La gente, incluidos los adolescentes, se vieron obligadas a trabajar en diferentes capacidades laborales de forma rotativa, ya fuera en la ganadería, la construcción o en el hogar.La nación, por otro lado, les proporcionaba vivienda, comida y vestido a cambio del trabajo.Se esperaba que cada participante del aillu cumpliera un servicio rotativo y temporal.Este esquema requería que el Imperio incaico tuviera a mano todos los productos necesarios para redistribuirlos según las necesidades y los intereses locales.Estos cordones se usaban para realizar un seguimiento de sus bienes almacenados, la mano de obra disponible y cosas valiosas como el maíz, que se usaba para elaborar chicha.Para parte de la comunidad científica, sin embargo, el término "mercado" no está adaptado a la economía inca y tiene un significado diferente al que tiene en el ámbito cultural occidental.Como resultado, el gobierno tomó los cultivos excedentes y los distribuyó a los pueblos que necesitaban alimentos desesperadamente.[32]Además, existía en el Cuzco una feria comercial, llamada catu, que se realizaba anualmente.Los incas idearon estrategias para navegar por el terreno accidentado de los Andes.[33] Se construyeron puentes por todo el Imperio incaico, conectando caminos que cruzaban ríos y cañones profundos en uno de los terrenos más desafiantes del mundo.La estructura y economía del Imperio incaico requerían la construcción de estos puentes.[34] Estas fibras se unieron para formar una cuerda tan larga como la longitud deseada del puente.Las cuerdas que actuaban como pasamanos a menudo se fijaban en todos los lados del puente.Cerca del pueblo de Huarochiri, se encuentra el único puente colgante inca que queda.[35] Dado que el Imperio incaico gobernaba un área tan grande, necesitaban una forma de interactuar con todos en ella.Cuando los chasquis vieron el humo, encendían una fogata que se podía ver desde la cabaña o tambo contiguo.Algunos tambos, o sitios de relevo, eran más elaborados que otros, según los hallazgos arqueológicos.