Su centro estaba ubicado en Cahuachi, en el margen izquierdo del río Grande, en la actual provincia de Nazca.Se ha revelado que las líneas fueron hechas por más de una cultura y en momentos históricos distintos.De esta manera cumplían una función integradora para todas las culturas que yacían entre la costa y sierra Iqueña.Con los hallazgos que hizo en Ocucaje, Uhle identificó el origen y las características de esta cultura, a la que denominó Proto-Nazca, y a la que cronológicamente ubicó como anterior a la expansión de Tiahuanaco (hoy Tiahuanaco-Huari), al lado de otras culturas identificadas también por él: Proto-Chimú (Moche) y Proto-Lima.[3] Posteriormente, muchos investigadores se interesaron también por esta cultura, entre ellos Julio C. Tello, Toribio Mejía Xesspe, Paul Kosok y María Reiche.Los principales cultivos fueron: maíz, frijol, calabaza, zapallo, yuca, maní, ají, guayaba, lúcuma, pacae y algodón.Los nazcas vivían frente a un rico mar cuyos productos aprovechaban mediante la pesca y el marisqueo.Esta relación con el mar se evidencia en muchas de las decoraciones que aparecen en su cerámica.No solo aparecen íconos marinos como la ballena, sino también representaciones de esas actividades.Además de la pesca y marisqueo se cree que la caza debe haber sido otra actividad económica complementaria.Los acueductos más importantes son: Ocaña, Matara, Uchulla, Tejeje, Bisambro, Cantillo, Aja, Curve, Llícuas, Soisonguito, Copara y la Achirana.Estos tenían la capacidad de organizar el trabajo comunitario y dirigir las complejas actividades ceremoniales.Esta élite vivía en edificios piramidales, en sectores especiales cuyas habitaciones estaban hechas con adobe y muros cubiertos con una capa de yeso o cal para tapar las grietas.En la base de la sociedad se encontraban los agricultores y pescadores, los cuales vivían dispersos en diversos puntos del territorio.Los agricultores tenían casi la totalidad de los valles, ya que así podrían desarrollar la agricultura, con más espacio y terreno fértil.La cultura nazca no tuvo un gobierno unificado ni una capital, sino que fue una agrupación de señoríos locales.Estos señoríos realizaban eventualmente alianzas, siendo el único vínculo común la religión, además de la cultura.Andaban siempre en busca de cabezas-trofeos y pintaban sus rostros imitando las manchas del halcón, tal como se puede apreciar en sus representaciones artísticas.Llama también la atención el hecho de que dichas líneas hayan sobrevivido pese al paso del tiempo.Lo que hicieron los arquitectos nazcas fue elaborar y exagerar el aspecto truncado de esos cerros.Desgraciadamente, estas estacas han ido desapareciendo paulatinamente y actualmente quedan pocas en pie.[16] Las investigaciones han determinado que La Estaquería se mantuvo vigente hasta el año 1000 (época wari) cuando fue sepultado por un aluvión de barro y arena.[17] Otros centros urbanos nazcas fueron Tambo Viejo, Huaca del Loro y Pampa de Tinguiña.Una técnica peculiar usada fue que antes de la cocción del ceramio se pintaba o decoraba toda su superficie.Usaban hasta once gradaciones de color en una sola pieza, y manejaban unos 190 matices diferentes.[18] La forma más típica de las vasijas es el cántaro globular con dos picos o vertederos y con asa-puente, esquema básico que adopta una infinidad de variantes, sea en el cuerpo, que adopta diferentes formas, sea en los caños, cuya extensión es muy variable.Esta técnica permitió a los artistas Nazca crear detalles finos y texturas precisas en la superficie de la piedra.Dominaron las técnicas de embrocado, tapicería, gasa, telas pintadas, tejido tridimensional y bordados.[21] Para elaborar estas cabezas, se sacaba el cerebro por la base del cráneo; luego la boca era cosida o cerrada con espinas, y se hacía un pequeño hueco en la frente, por donde pasaba una cuerda para que pudiesen ser colgadas a la cintura o al cuello.Esta afirmación está sustentada por importantes musicólogos extranjeros y peruanos como Charles Mead (1924), Raoul y Marguerite D`harcourth (1925), Carlos Vega (1932), Mariano Béjar Pacheco (1935), André Sas Orchassal (1938-1939), Robert Stevenson (1959), Alberto Rossel Castro (1960), César Bolaños (1980-1988), Américo Valencia Chacón (1982), Miguel Oblitas Bustamante (1984-2009), Arturo Ruiz del Pozo (1992), Giuseppe Orefici (1999), Anna Gruczinska (2001), Milano Trejo y Carlos Mansilla (2006).
El arqueólogo alemán
Max Uhle
, descubridor científico de la cultura nazca.