[2] Llegó al Perú en 1932 para educar a los hijos del cónsul alemán en la ciudad de Cusco.
[3] Lo primero que la impresionó fue el esplendor y la belleza de los paisajes andinos.
Entonces decidió establecer su hogar en Lima, donde ofreció sus servicios como profesora de matemática, gimnasia, alemán e inglés.
Decidió ir a la sierra y trabajar los siguientes años como educadora en zonas de extrema pobreza.
Póstumamente, el Gobierno peruano otorgó a Reiche la Orden al mérito por servicios distinguidos en el grado de Gran Cruz.