Fue edificado en 1513 para sustituir a otro convento cercano del siglo XV.
Tras esta fue abandonado y quedó en ruinas, en torno a las que se celebra anualmente la Romería en honor a la Virgen de la Bella, imagen de advocación mariana que había sido custodiada en este convento.
[5][6] También fue aprovechado el camarín, de estilo rococó y restaurado por Luis Sánchez Jiménez en 1976.
[14] La ubicación de un convento en esta villa a mediados del siglo XV responde principalmente a motivos económicos y supone una muestra de su pujanza en esa época.
[15][nota 2] El convento, denominado de San Francisco del Monte o San Francisco el Viejo, fue abandonado en 1488,[18] cuando sus frailes franciscanos fueron expulsados por causas desconocidas, aunque el historiador Abad Pérez apunta a diferencias con la población.
[27] Los conventos franciscanos tenían prohibido poseer tierras, por lo que dependían de las limosnas y era habitual la figura del fraile limosnero.
de la Bella allí custodiada,[19] entre las que cabe destacar la del metalúrgico lepero Álvaro Alonso Barba.
[35] En 1622 el visitador Rodrigo Caro lo define como muy religioso y afirma que constaba de doce sacerdotes, que gozaban de buena vida gracias a las numerosas donaciones que recibía el convento por la devoción popular a Ntra.
[37] En 1750 alojaba diez religiosos, según el Catastro del Marqués de Ensenada.
[2] Tras la desamortización del convento, la imagen de la Virgen de la Bella fue trasladada a Lepe y la villa obtuvo permiso regio para celebrar en la villa una feria anual los días 14, 15 y 16 de agosto,[47] que se sigue celebrando actualmente en las mismas fechas.