De esta forma se evitaba utilizar la palabra «puerco», que es la forma clásica de referirse al animal, pero se había convertido en una palabra malsonante,[14] como también lo era «marrano» (del árabe muharram, «anatema» o «prohibido»).También, son fuente primaria de grasa comestible saturada (manteca), aunque, en la actualidad, se prefieren las razas que producen carne magra.Asimismo, proporcionan materia prima de calidad para la elaboración del jamón, salchichas, chorizos y embutidos.[cita requerida] La evidencia arqueológica sugiere que los cerdos fueron domesticados a partir de jabalíes en el Cercano Oriente en la cuenca del Tigris,[16] Çayönü, Cafer Höyük, Nevalı Çori[17] siendo manejados en la naturaleza de una manera similar a como lo son por algunos nuevo guineanos modernos.[21][22] Los registros históricos indican que los cerdos asiáticos se introdujeron en Europa durante el siglo XVIII y principios del XIX.Un modelo que se ajustaba a los datos incluía una mezcla con una población fantasma de cerdos salvajes ahora extinta durante el Pleistoceno.[23][24] En 2019, un estudio mostró que el cerdo doméstico había llegado a Europa desde el Cercano Oriente hace ocho mil quinientos años.Los cerdos se beneficiaron de los abundantes mariscos y algas expuestos por las grandes mareas del archipiélago.Considerada una especie invasora, muchas agencias estatales tienen programas para atrapar o cazar jabalíes como medio de remoción.El destete se puede clasificar en tres periodos: Los cerdos son omnívoros,[41] y eso los hace fáciles de alimentar.Los cerdos tienen el olfato muy desarrollado, y en algunos países europeos son usados para buscar trufas en el campo.En países como Chile, los marranos se usan en un juego popular llamado «pillar el chanchito», donde un lechón es embetunado en aceite y soltado entre niños para que estos intenten atrapar al cerdo con sus propias manos.[43] Desde entonces se han producido procesos de selección, adaptación a las condiciones ambientales locales y, posiblemente, hibridación con jabalíes autóctonos, originándose las peculiares razas ibéricas.A continuación, se encuentran en orden descendente: Vietnam, México, India, Polonia, Rusia y Francia.Por tal motivo, es importante consumir su carne siempre bien cocida, ya que el calor ayuda a destruir todo tipo de microorganismos.