Cid Hiaya

Sube por tercera vez al trono Muhammad IX, el Zurdo, que acarreó problemas a los partidarios de Yusuf IV.

Como consecuencia de aquellas acciones, poblaciones como Vélez-Blanco, Vélez-Rubio, Galera, Castilléjar y Benamaurel iniciaron negociaciones con los cristianos ante los problemas con Granada.

En 27 de junio de 1474, viendo que Muley Hacén hacía que la pervivencia nazarí fuera cada día más difícil al producirse luchas internas y al haber una economía infeudada a los extranjeros, Cid Hiaya y su padre pidieron ayuda a Fernando II de Aragón ya que Muley Hacén tenía perdida de popularidad en Granada y llegaron a un acuerdo de alianza con el príncipe Fernando para quitar a Muley Hacen, pero como no estaban muy claras las cuestiones personales entre Fernando y Enrique IV, tuvieron que aplazarlo para el futuro, sin embargo se les dio seguridad en caso de guerras, mandando guerreros hasta Almería desde Valencia.

Su Primo, Boabdil, se sublevó en Guadix contra su padre en julio de 1482.

Por lo tanto siempre se consideró enemigo de Boabdil para salvar su imperio y su patrimonio, y sólo apoyó a Muley Hacén por las circunstancias, pues no olvidaba que ocupaba el cargo que correspondía a su padre como primogénito de Yusuf IV, y él se consideraba como heredero del trono.

Se unió a Muley Hacén porque era muy anciano, estaba desgastado políticamente y tras este se encontraba El Zagal, el marido de su hermana, y pensó que podría hacer retornar la corona a la familia Alnayar.

Los habitantes de Granada y los territorios controlados por Boabdil piden que vuelva al trono Muley Hacén.

Se unen a Boabdil las ciudades de Guadix, Almería, Mojácar...

En 1485 Muley Hacen cedió sus derechos a su hermano El Zagal al estar ya muy debilitado.

Boabdil huye a Castilla, Yhaya recupera su señorío de la taha de Marchena (compuesto de Alhama, Huécija, Terque, Alhabia, Alsodux, Bentarique, Íllar, Instinción, Rágol, Alicún y Davi), aunque sus derechos se le concederán en sus Capitulaciones que perdió en su enfrentamiento con Boabdil.

Por tanto era bastante jugosa la oferta teniendo en cuenta que Boabdil estaba en su apogeo.

Esta situación lleva al repartimiento del reino entre los dos, y como aliados poder luchar contra los castellanos.

Se reanudan las hostilidades en la franja occidental, El Zagal va hacia allí para defenderla y Boabdil aprovecha su ausencia para hacerse con Granada.

Cid Hiaya y su padre, Aben Celin, eran walíes de Almería, Guadix y Baza, las cuales tenían por heredad, sin que por ello tuvieran unos beneficios por el cargo que ostentaban.

En 1488, desea materializar el pacto realizado con los reyes Católicos en diciembre de 1485.

Entre todos prepararían un complot contra El Zagal y formalizarían un frente de propaganda a favor de la unión con los castellanos, por la cual obtendrían si entregaban las fortalezas una buena capitulación que posiblemente ya estarían habladas, y las implicadas mercedes territoriales y cargos de la futura administración castellana.

En menos de un mes se entregaron más de 50 poblaciones sin ofrecer resistencia, entre ellas estaba, Vera, Cuevas, Mojácar, Albox, Los Vélez, Níjar y Sorbas, por lo que la franja del extremo oriental del reino granadino pasaba al bando castellano.

Ahora falta Almería para consumar el pacto de Cid Hiaya con los cristianos.

Fernando con sus ejércitos se acerca hacia Almería para tomarla en posesión, pero El Zagal, que descubrió el pacto entre Yahya y los Reyes Católicos, se adelantó con 1000 jinetes escogidos y 15000 peones se lanzaron a reforzar la defensa de Almería a mediados de junio de 1488, encarceló a su cuñado Yahya, y cambió a los mandos importantes por personal de su confianza.

Cuando Fernando comprueba estos hechos, decide irse hacia tierras del río Almanzora y Baza, donde más pueblos le jurarán obediencia.

Se acogieron al bautismo su mujer Ceti Meriem que pasó a llamarse María Venegas, su hijo Alí Omar ben Nazar, pasó a llamarse Alonso de Granada, y sus hijas que pasaron a llamarse Isabel y Brianda.

Los familiares más directos como su hijo, sobrinos, descendientes y criados, quedarían exentos, al igual que el caudillo, del pago de alcabalas, pechos y otros derechos que se cobraban.

Tuvo mucho que ver en aquel asunto don Pedro de Granada.

Se produjo una batalla donde hubo una gran matanza hasta que al final ganaron los cristianos.

Tras aquellos hechos consiguió más éxitos hasta la toma de Granada.

Tras las ceremonias requeridas, fue enterrado en la capilla de San Pedro (regalada por la reina Isabel), en el templo actual del Sagrario y se le recogió en el epitafio los títulos y honores que había desempeñado en su larga vida.

A su segunda esposa Elvira, le deja las tierras que tenía en Campotéjar, tres marcos de plata y toda su ropa, paños y atavíos de seda.

El infante Cidi Yahya Alnayar (1435?-1505)», Espinar Moreno, Manuel y Grima Cervantes, Juan.

Monumento a Cid Hiaya en Baza