Ciclo del nitrógeno

La conversión de nitrógeno se puede llevar a cabo mediante procesos tanto biológicos como físicos.

Los procesos importantes en el ciclo del nitrógeno incluyen la fijación, amonificación, nitrificación y desnitrificación.

Estos procesos generalmente están intervenidos por numerosos microorganismos presentes en ambientes acuáticos y edáficos.

El nitrógeno oxidado que reciben como nitrato (NO3–) se transforma en grupos aminoácidos (asimilación).

La amonificación es la conversión a ion amonio del nitrógeno, en la materia viva aparece principalmente como grupos amino (-NH2) o imino (-NH-).

Algunas bacterias convierten amoníaco en nitrito (por ejemplo, Nitrosomonas, Nitrosospira, Nitrosococcus) y otras transforman este en nitrato.

Sin la desnitrificación la fijación de nitrógeno, abiótica y biótica, terminaría por provocar la depleción del N2 atmosférico.

La desnitrificación es empleada, en los procesos técnicos de depuración controlada de aguas residuales, para eliminar el nitrato, cuya presencia favorece la eutrofización y reduce la potabilidad del agua, porque se reduce a nitrito por la flora intestinal, y este es cancerígeno.

Se produce en estercoleros y turberas, donde residen bacterias del género Citrobacter sp.

Representación esquemática de los flujos de nitrógenostipito en el ecosistema. La importancia de las bacterias en el ciclo se reconoce como elemento clave, suministrando diversos compuestos de nitrógeno que pueden ser utilizados por otros grupos de seres vivos