El Castillo de Scarborough es una fortificación medieval inglesa situada en una elevación rocosa que mira hacia el mar del Norte y hacia la localidad de Scarborough, en Yorkshire del Norte.
Debido a su fortificación sirvió de protección durante varias guerras civiles, sitios y conflictos, ya que los reyes luchaban contra barones rivales, enfrentaban rebeliones y arremetían contra las fuerzas republicanas, aunque la paz con Escocia y el fin de las guerras en el siglo XVII disminuyeron su importancia.
Estuvo ocupado por guarniciones y gobernadores, quienes a menudo amenazaban al pueblo, pero lleva en situación ruinosa desde los asedios de la Guerra Civil inglesa.
Es una atracción turística con exhibición interactiva, así como en una serie de eventos especiales a cargo del English Heritage.
Se dice que había sido destruida durante la invasión de Harald Hardrada en 1066.
Enrique II ordenó que todos los castillos reales fueran devueltos a la corona.
Interpretaciones posteriores ven esto poco probable y sostienen que Enrique quería estampar su marca sobre Scarborough, al demoler el fuerte de Guillermo y crear una estructura de piedra más fuerte.
A partir del 1157, Enrique II reconstruyó el castillo usando piedra.
En total, Juan gastó 2291 libras esterlinas, tres chelines y cuatro peniques en el castillo.
Para entonces, Scarborough era un puerto próspero, y aunque Enrique nunca visitó el castillo, gastó una suma considerable en su mantenimiento.
En estos tiempos, el castillo era una base poderosa que podía servir a los abusivos fines del inescrupuloso gobernador: Geoffrey de Neville, que usó la guarnición para tomar las mercancías de los puertos.
Durante 1270, el gobernador William de Percy bloqueó la entrada principal hacia Scarborough e imponía peajes ilegales.
Las Ordenanzas fueron impuestas para restringir el poder del rey, y los barones vieron en Gaveston una amenaza a sus intereses.
A Scarborough no le tocó mejor suerte; Eduardo castigó al pueblo por no apoyar a Gaveston y le revocó sus privilegios reales, colocándolo bajo el mando directo de gobernadores designados.
Ricardo residió en el castillo en 1484, mientras formaba una flota para luchar contra los Tudor, una contienda que al año siguiente le costó su vida.
Los parlamentarios vieron en Scarborough un blanco monárquico importante, porque era el único puerto que todavía no se encontraba bajo su dominio.
El castillo decayó nuevamente: Jaime II no lo guarneció, apostando que sus defensas serían suficientes para resistir cualquier invasión holandesa, pero el pueblo fue sitiado por Guillermo III de Inglaterra durante la Revolución Gloriosa que derrocó a Jaime.
El torreón fue usado como polvorín y se le construyó la South Steel Battery.
Se construyeron tres unidades de artillería para proteger al pueblo y a la bahía.
Más tarde, con la amenaza de la invasión francesa durante las Guerras Napoleónicas, surgió el establecimiento permanente de una guarnición, la cual permaneció hasta mediados del siglo XIX; los prisioneros franceses fueron retenidos en el castillo durante 1796.
La entrada consiste de una barbacana, o fortificaciones para proteger la portería, completada en el siglo XIV y flanqueada por dos torres medio circulares sobre terreno alto.
Conduce hacia el patio interno, que fue usado para talleres, oficinas, una cocina y un área de almacenaje.
Los patios están separados por un muro de piedra, foso y orilla, con dos entradas defendidas.
El edificio fue demolido algún tiempo previo a un informe de 1538, que no lo menciona; solo los cimientos, excavados en 1888, aún permanecen.
El edificio fue demolido luego de ser dañado severamente por proyectiles alemanes en 1914.
La Master Gunner's House, construida en 1748, sirvió de alojamiento hasta comienzos del siglo XX.
Durante la segunda mitad del siglo XIX el castillo se convirtió en una atracción turística.
[3] Se dice que los terrenos del castillo están embrujados por tres fantasmas, uno de ellos un soldado romano.
El patrimonio inglés ha invertido 250 000 libras para hacer de este sitio una atracción turística.