A diferencia de otros títulos nobiliarios, este podía ser adquirido por vía femenina, por lo que pasó a diversas familias durante los primeros años.
Está asociado tradicionalmente con el Castillo de Warwick, uno de los bienes que están adscritos al título.
Por más de 18 personas se transfirió el título, hasta que producto de la traición cometida por Eduardo Plantagenet, el título fue prohibido en 1499.
Dos años después, el Duque de Northumberland recibió la designación, pero por una nueva traición de este último el ducado fue prohibido, aunque se le permitió recibir al heredero el título de Conde de Warwick.
La línea sucesoria se extinguió en 1759, recibiendo una nueva creación el entonces Conde de Brook, aunque este último logró unir ambos títulos al de Warwick, mucho más antiguo y con mayor prestigio.