Capitolio de La Habana

El Capitolio Nacional de La Habana es un edificio construido entre 1926 y 1929 en La Habana (Cuba) bajo la dirección del arquitecto Eugenio Raynieri Piedra, por encargo del entonces presidente cubano Gerardo Machado.

En el año 2010 se sometió a un proceso de restauración capital para devolverle su estructura y ambiente original así como sus funciones primigenias.

[3]​[4]​ La historia particular de los terrenos hoy ocupados por el Capitolio de La Habana comienza cuando el lugar, ocupado por una ciénaga, fue dragado a principios del siglo XIX para su aprovechamiento urbano.

[11]​ En 1839 se concluyó dicha estación en los terrenos contiguos al Campo de Marte.

[13]​[14]​ Con posterioridad, Raynieri asumiría también la parte artística del trabajo hasta su culminación.

La compañía norteamericana Purdy & Henderson Company tuvo a su cargo la construcción del edificio.

[15]​ Al proyecto del capitolio resulta imposible asignarle una autoría exclusiva; constituye en sí una obra que desde su inicio fue recibiendo a través de estudios sucesivos un minucioso trabajo de diseño particular de los detalles del proyecto, patente en los bocetos y dibujos originales, que constituyen verdaderas obras de arte en muchos casos, y cuya materialización dio lugar a la expresión y la imagen final del edificio.

Estas sendas de terrazo integral en diferentes colores: blanco, gris y negro, emplean una composición con motivos decorativos de líneas y elementos geométricos que acentúan direccionales o destacan puntos o áreas determinadas.

El resto, 3.543, se dedicaron a la ampliación de las calles y en su entorno.

[18]​ El inmueble se construyó a partir de una estructura metálica encargada a la compañía norteamericana Pudrí & Henderson, que ya había ejecutado con anterioridad numerosas obras de importantes edificios en la capital.

Remata la cúpula una linterna con 10 columnas jónicas en cuyo interior había hasta 1959 cinco reflectores giratorios que fueron retirados.

[18]​ En ellos se albergaban la Cámara de Representantes (situada al norte) y el Senado (situado al sur), que son rematados en sus extremos por las formas curvas correspondientes a los hemiciclos para reuniones, lo que se refleja en la arquitectura exterior de las fachadas laterales.

En el resto del edificio se utilizó piedra de capellanía, tanto para las fachadas como en sus interiores.

[18]​ Un lugar poco conocido de este edificio es la "Tumba del Mambí Desconocido".

También es destacable la presencia de pinturas murales y lienzos que decoran muchos ambientes particulares que incluyen obras de maestros como Leopoldo Romañach, Armando Menocal, Enrique García Cabrera y Manuel Vega entre otros.

[22]​ En uno de sus jardines interiores se encuentra una estatua dedicada a Mefistófeles o al Ángel Caído.

3]​ Nunca se supo quien lo robó aunque la rumorología popular atribuyó el hecho a un teniente de la policía especial del Ministerio de Educación llamado Abelardo Fernández González.

En el caso del Capitolio, al modificarse la organización política de Cuba y no ser requerido su uso con el fin con el que fue construido, además de la carga simbólica y significado que se le podía atribuir, el emplazamiento fue destinado a otras instituciones.

[26]​ La estructura arquitectónica, debido a su sólida y resistente construcción, se mantiene en un buen estado de conservación, habiendo sido sometida en los últimos años a varios procesos de restauración para preservar su apariencia original.

Plano de La Habana de 1850. En rojo aparecen enmarcados los terrenos que ocupa en la actualidad el Capitolio, entonces pertenecientes a la estación ferroviaria de Villanueva. Se puede apreciar en su frente E la muralla derribada en 1863.
Imagen de la construcción de la cúpula superior, tomada c. 1928. En primer término, la Fuente de la India o de La Noble Habana , construida en 1837.
El general Gerardo Machado , artífice del proyecto del Capitolio de La Habana y acusado en su momento de acometer el proyecto en una época de gran inestabilidad económica.
Vista de la estatua en el jardín.
Estatua del Ángel Rebelde en uno de los jardines interiores. La influencia de las aportaciones de Forestier resultó un importante legado que marcó el posterior desarrollo urbanístico de la ciudad de La Habana. [ 16 ]
El Salón de los Pasos Perdidos, de estilo renacentista. (ala norte)
El diamante que marca el kilómetro 0 de la red de carreteras cubanas.
La colosal cúpula, vista desde el interior del edificio.
Vista nocturna.