Con una altura total de 17,54 m (incluido el pedestal), está considerada la tercera mayor estatua bajo techo a nivel mundial.
La figura muestra a una mujer vestida con una túnica y un gorro frigio, símbolo republicano por excelencia.
En 1983, se sometió a una reparación para detener la inclinación que sufría hacia un lado, debido al fallo de unos tensores interiores.
Posteriormente en la década de 1990, se realizó una la limpieza mecánica y química.
Fue reinagurada en un acto solemne donde participó Raúl Castro y el canciller ruso Serguei Lavrov.