[6] El origen del topónimo es con total seguridad árabe, con deformación por etimología popular a partir de Almizra (en valenciano medieval Almizrà o Almiçrà).[7] Sin embargo, Sergio D. Garrido ve su origen en el término المزرعة (al-mazra'a, el cultivo), cuya derivación almiçrà se explica perfectamente por el fenómeno de la imala.El monte apenas conserva vegetación arbórea (pinos y carrascas) debido seguramente a su antiguo aprovechamiento como pastizal.En esta carta puebla se concedía la población para cristianos viejos según el fuero de Valencia.[6] Durante la Edad Media debió quedar despoblado por ser poco seguro y probablemente no cobró entidad hasta finales del siglo XVIII cuando, según las descripciones de Cavanilles en 1796, era un caserío de unas 20 casas y una ermita alineadas a lo largo de una sola calle.[7] Campo de Mirra está gobernada por una corporación local formada por concejales elegidos cada cuatro años por sufragio universal que a su vez eligen un alcalde.[7] Sin embargo, el porcentaje de trabajadores que se dedican plenamente a las labores agrícolas es muy bajo.En el sector industrial llegó a despuntar el ramo textil, como en el resto de la comarca, aunque actualmente solo sobreviven dos pequeñas empresas.Su elaboración da pie a muchas variaciones según las proporciones y los ingredientes que se incluyen.
La Torre del Conjurador, adosada a la ermita de San Bartolomé, es el único resto que queda en pie del castillo de Almizra, lugar en que se firmó el
tratado homónimo
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Plaza de España vista desde el ayuntamiento; esta plaza, construida a raíz de la independencia municipal de Campo de Mirra, es el centro de la localidad.