[4][5] También se ha visto relación del topónimo con la familia de los بني جماعة (banī Ǧamāʿa),[6][7] aunque esta última reducción es mucho menos segura.
[10] Esta parte del término es de suele pedregoso, cubierto por pinos, algunas carrascas y principalmente matorral.
En 1248 se menciona a Benejama en el Llibre del Repartiment indicando que sería repoblada por Pere Ballester y cincuenta colonos cristianos.
[11] En 1276, el rey dio el lugar y la torre a Gil Martí d’Oblites por su lucha contra los musulmanes.
Benejama está gobernada por una corporación local formada por concejales elegidos cada cuatro años por sufragio universal que a su vez eligen un alcalde.
[11] Los principales cultivos son el olivo, la vid y la almendra, en orden de mayor a menor producción.
En el siglo XX, al paso que cerraban las antiguas, fueron apareciendo nuevas industrias,[11] destacando las dedicadas a la fabricación de rieles, carpintería artesanal, y textiles.
[11] El pueblo siguió creciendo hacia el secano con calles paralelas a la anterior (Carrer Major, Carrer Nou, Santa Petronila) y otras transversales, a la vez que se crearon dos plazas: la de la Iglesia, donde está el templo parroquial de San Juan Bautista y la del Mercado.
El crecimiento actual se ha dirigido hacia el norte, con largas calles paralelas, que dibujan manzanas de forma rectangular.