Los aliados volvieron a tomar parte de las Islas Salomón (aunque la resistencia continuó hasta el final de la guerra), y también aislaron y neutralizaron algunas posiciones japonesas, que entonces fueron puenteadas.
Al poner en marcha esta guerra, los líderes japoneses intentaron neutralizar la flota norteamericana, sosteniendo posesiones ricos en recursos naturales, y obteniendo bases militares estratégicas para defender su extenso imperio.
Poco después de estos hechos, otras naciones, incluyendo al Reino Unido, Australia, y Nueva Zelanda se unieron a los Estados Unidos como aliados en la guerra contra Japón.
[8] El imperio de Japón logró sus objetivos estratégicos iniciales en los primeros seis meses de la guerra, capturando las Filipinas, Tailandia, Malasia británica, Singapur, Indias Orientales Neerlandesas, la Isla Wake, Nueva Bretaña, las Islas Gilbert, y Guam.
[9] En abril de 1942, el ejército y la armada japonesas juntos iniciaron la Operación Mo, un plan común para capturar Port Moresby en Nueva Guinea.
La Armada Imperial Japonesa también propuso una futura invasión a Australia, pero el Ejército Imperial Japonés contestó que se carecía de las suficientes tropas para apoyar tal operación.
La Armada de los Estados Unidos abogó por un acercamiento más gradual desde Nueva Guinea hasta las Islas Salomón.
Muchas naves fueron perdidas por ambos lados en el área conocida como "Estrecho del Fondo de Hierro".