En 1940, las Indias Orientales Neerlandesas se habían ubicado en el cuarto lugar de estados exportadores a Japón.
Al igual que los Países Bajos, Francia se encontraba ocupada por Alemania, y el gobierno colaboracionista francés cedió a la entrada de tropas japonesas.
La 2.ª Flota, al mando del Almirante Nobutake Kondō, ejecutaría las operaciones navales de la campaña.
neerlandés Hein ter Poorten y estaba conformado por 35 mil soldados, de los cuales el 80% eran nativos.
Aunque era una fuerza numérica considerable, había sido entrenada especialmente para realizar tareas de seguridad interna, pero no para combatir al Ejército Imperial Japonés.
La mayor parte de las tropas se encontraban en Java, aunque existían cantidades importantes en Borneo y Sumatra.
La captura del Borneo neerlandés fue asignada al destacamento Sakaguchi, proveniente de Dávao, en Filipinas.
Las 1.300 tropas coloniales que defendían la isla se rindieron al día siguiente, pero unos 250 prisioneros de guerra fueron ahogados.
Junto con las tropas llegaron equipos especiales de ingenieros, quienes empezaron a reparar las instalaciones petrolíferas saboteadas por el enemigo.
Los Jefes de Estado Mayor británicos estaba insatisfechos por la designación de Wavell, consideraban que las batallas en Birmania, Malasia, Filipinas y las Indias Orientales Neerlandesas estaban perdidas y que los estadounidenses culparían a un general británico por las derrotas.
[8] El general Wavell pensó algo similar cuando se le informó de su nombramiento, ya que declaró: El Primer Ministro británico, sir Winston Churchill, se sintió indignado por la posición de sus generales, que calificó como grosera hacia el ofrecimiento del Presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt.
El 11 de enero, los japoneses realizaron un ataque anfibio y aerotransportado con 3.500 soldados en la isla Célebes, específicamente en Manado.
Los japoneses decidieron enviar dos portaaviones, dos portahidroaviones y quince destructores a través del estrecho de Makassar, para realizar más ataques contra Java.
El 9 de febrero, 8 mil tropas japoneses desembarcaron en Makassar, donde lucharon contra las últimas unidades coloniales organizadas.
Unos 1.170 australianos y 2.800 tropas coloniales neerlandesas les hicieron frente, pero los últimos se rindieron el 1 de febrero.
[12] Desde Mozambique, 800 soldados portugueses fueron embarcados hacia Timor, pero cuando se inició la invasión japonesa de la isla, los transportes regresaron a África con las tropas.
Además, un convoy con refuerzos estadounidenses para la isla fue atacado por fuerzas japoneses, y tuvo que regresar a Australia.
Por esta razón, el ataque contra Sumatra no se inició hasta que este ejército alcanzó posiciones muy al sur de Malasia.
Sin embargo, conforme el destino británico en Malasia quedó cada vez más comprometido, empezaron a llegar tropas y aviones australianos y británicos desde Singapur, dispuestos a defender las bases aéreas neerlandesas, necesarias al haber perdido prematuramente las de Malasia.
Acompañados por mil civiles, unas 5.100 tropas británicas y neerlandesas abandonaron Sumatra dos días después, embarcándose hacia Java desde Oosthaven.
Las tropas neerlandesas que no fueron evacuadas escaparon hacia el noroeste de Sumatra, pero los nativos empezaron a desertar masivamente.
Sin embargo, la batalla del Estrecho Badung terminó con la victoria japonesa, luego de que los aliados se retiraran al perder un destructor y reportar daños en su único crucero.
Todo apuntaba a que la invasión de Java ocurriría en cualquier momento, y la superioridad aérea japonesa en la zona era aplastante.
En el oeste, un contraataque aliado logró retrasar a la 2.ª División japonesa lo suficiente para que los neerlandeses evacuaran Batavia.
Su capital, Hollandia, fue ocupada el 20 de abril y la guarnición que la protegía se rindió al día siguiente.
[22] Aunque los principales cargos permanecieron en manos oficiales nipones, la población nativa pudo acceder a otros que les habían sido vetados durante la administración europea.
Se creó además una fuerza paramilitar escasamente armada llamada Pembela Tanah Air, o Defensores de la Patria, compuesta por 35 mil nativos.
Otras organizaciones paramilitares indonesias fueron fundadas, pero aunque llegaron a contar con un millón y medio de miembros, no recibieron armamento.
Aunque estas organizaciones hicieron muy poco para evitar la reconquista europea, sí lograron establecer una estructura política que luego fue utilizada para ganar su independencia.
Su antecesor, el General Alidius Warmoldus Lambertus Tjarda van Starkenborgh Stachouwer había sido capturado en Bandung por los japoneses.