Estas neuronas contienen gránulos neurosecretores densos y pro-propteínas convertasas que permiten la rápida liberación de neurohormonas en la circulación sanguínea estimulada.
[2] El principal centro de integración neuroendocrina del cuerpo se encuentra en el hipotálamo y la glándula hipófisis.
Las células neuroendocrinas del tracto gastrointestinal controlan la liberación de enzimas digestivas y regulan la función intestinal.
La tiroides, el páncreas, los ovarios y los testículos contienen células neuroendocrinas dispersas que realizan funciones especializadas.
Mientras que ASCL1 impulsa el compromiso del linaje PNEC en el pulmón, NEUROG3 es esencial para la formación de EEC y pEC intestinales.
Estas células tienen forma de botella o matraz y van desde la membrana basal hasta el lumen.
Estas sustancias inducen vasculatura o terminales nerviosas autónomas en la lámina propia profunda.
Los péptidos y las aminas liberados por la PNEC están implicados en el desarrollo pulmonar fetal normal, incluida la morfogénesis ramificada.
Los péptidos mejor caracterizados son GRP, la forma mamífera de bombesina y CGRP; estas sustancias ejercen efectos mitogénicos directos sobre las células epiteliales y exhiben muchas propiedades similares a los factores de crecimiento.
De esta manera, la división simpática del sistema nervioso autónomo y las secreciones medulares funcionan juntas.
Ocurren en casi todos los órganos o regiones del cuerpo y se originan a partir de células con un fenotipo neuroendócrino.