Batalla del río Ebro

El contingente naval cartaginés fue completamente derrotado gracias a un ataque sorpresa de las naves romanas.La flota púnica en Hispania estaba compuesta por 32 quinquerremes y 5 trirremes en 218 a. C., cuando Aníbal partió de España.En la primavera de 217 a. C., Asdrúbal preparó una expedición combinada por tierra y mar hacia el territorio romano al norte del Ebro.[2]​ La expedición seguía la línea de la costa, y todas las noches la flota se resguardaba acercándose a tierra, junto con el ejército.Cneo Escipción, temiendo que el ejército cartaginés le superara en número, decidió enfrentarse en una batalla naval.Hubo muy poca coordinación y algunas naves se vieron incluso con tripulaciones demasiado escasas para afrontar la inminente batalla por culpa de la sorpresa conseguida por los romanos.Ante esa situación, las tripulaciones cartaginesas perdieron la esperanza, abandonaron las naves y buscaron la protección del ejército en tierra.