Alekséi Nikoláyevich Románov

Su esperado nacimiento alegró profundamente a sus padres, quienes anhelaban la llegada de un heredero al trono imperial.

Sus principales padrinos fueron su abuela, la emperatriz viuda María Fiódorovna; su tío abuelo, el gran duque Alekséi Aleksándrovich; su hermana Olga; Cristián IX de Dinamarca; Eduardo VII del Reino Unido; y Guillermo II de Alemania.

Además, ya que Rusia se encontraba en guerra con el Japón, todos los soldados del ejército y armada rusa fueron nombrados padrinos honorarios.

La condesa Sophie Buxhoeveden narró sobre la ceremonia: Fue bisnieto por línea materna de la reina Victoria.

Hay indicios de que en sus últimos años, buscaba hacerse daño a propósito.

El zarévich, junto al resto de la familia, fue canonizado como mártir por la Iglesia ortodoxa en 2000.

Alekséi Nikoláyevich en 1916.
El Zar y Alekséi cortando leña en Tobolsk, durante su cautiverio (1918).