Carlos Asensio Cabanillas

Durante la contienda tuvo un destacado protagonismo, liderando una de las columnas que avanzó desde Sevilla por Extremadura y el valle del Tajo hasta alcanzar Madrid.[5]​ En el primer mes de la guerra la columna realizó extraordinarios avances desde Sevilla a Madrid, y tomó al asalto las ciudades de Badajoz, Toledo y Talavera, donde sus unidades se destacaron por su especial sadismo, continuadas de una brutal represión que tuvo su punto culminante con la masacre de Badajoz, donde se ejecutó a un número de personas elevado por el historiador Francisco Espinosa Maestre a una cifra alrededor de 4000,[6]​ y que, según una tipología actual, podría llegar a considerarse un «crimen contra la humanidad».Ya como coronel y durante la Batalla del Jarama, su columna encabezó el ataque al otro lado del río, pero se estancó ante la resistencia de las Brigadas Internacionales.[14]​ Sin embargo, aceptó sobornos del Reino Unido a cambio de influir sobre Franco para evitar que España combatiera en la Segunda Guerra Mundial al lado de la Alemania nazi.[17]​ Esto provocó un fuerte debate en el seno del gobierno franquista[17]​ y, a pesar de las fuertes disensiones internas que se produjeron, finalmente no se produjo ninguna entrada en guerra.[18]​ Los cambios emprendidos por Asensio, sin embargo, no supusieron una mejora de las capacidades del Ejército franquista, que continuaba estando equipado con un material obsoleto y muy desgastado.